El estadounidense Giorgio Milligan llegó a San Ramón hace cuatro años a jugar con el equipo local de la Liga Superior de Baloncesto, sin imaginarse que allí encontraría una familia, un clima y un ambiente cautivador, así como a quien desde hace cuatro meses se convirtió en su esposa.
Llegó sin hablar español, pero rápidamente se adaptó y fue determinante para que el cuadro poeta se quedará con el título nacional en el 2014. Sin embargo, para la temporada del 2018, Milligan se unió al conjunto de Escazú, al cual llevó hasta la final nacional, precisamente ante los poetas.
Como es costumbre, fue figura en el primer duelo por el título nacional, en la victoria de Escazú ante Coopenae UIA San Ramón, 74-73, en tiempo extra, realizado el pasado martes, cuando anotó los tres últimos puntos que dieron la victoria a los josefinos.
“Desde la primera vez que vine me encantó el país. Me gustan las playas y que aquí no cae nieve. Es un verano todo el año y las personas son muy buenas. Se práctica buen básquet y hace cuatro meses me casé, por lo que pasó más tiempo acá”, confesó Milligan quien promedia 21,6 puntos por partido en el campeonato local.
Giorgio, quien demuestra en cada partido ser un gran pasador, tuvo que echar mano a todos sus recursos para impresionar a su hoy esposa Priscilla Rodríguez, a quien el baloncesto no le gustaba mucho. Tampoco era seguidora de esta disciplina, pero la convenció invitándola a los juegos de su entonces equipo San Ramón, tras conocerla en una fiesta.
El jugador de Escazú, quien ha actuado en Puerto Rico, Alemania, Islas Vírgenes y a mediados se setiembre lo hará en Venezuela, admitió que ahora en su casa se habla más español que el inglés y, por tal razón, cada vez más se adapta a Costa Rica y se siente en casa. Además, aseguró que el nivel del baloncesto tico es mejor de lo que muchos creen.
“Aquí en Costa Rica el nivel es bueno, el juego es bastante físico, más que en otros países donde he jugado. Aunque siento que era más competitivo cuando se permitían a dos extranjeros, pero en general hay buenos partidos y equipos fuertes”, comentó Milligan.
Enfrentar a San Ramón tiene un condimento especial para Giorgio, no solo porque fue el equipo que lo trajo por primera vez al país, sino además porque es el rival a vencer en la final.
“Jugar contra San Ramón es importante para mí. Ellos eran como mi familia, pero la verdad me encanta ganarles porque son un buen equipo y al ser los actuales campeones, es un reto aún mayor tratar de quitarles el título. Por dicha ganamos el primer partido a pesar de que perdimos una ventaja de 15 puntos en el tercer cuarto, pero estos juegos son así. Con la ayuda de Dios esperamos ganar el próximo juego en San Ramón”, dijo el jugador de 28 años.
Precisamente el segundo partido de la final será este viernes 24 de agosto en el Gimnasio Rafael Rodríguez de San Ramón y el tercer compromiso nuevamente en el Liceo de Escazú, el domingo 26 a las 4 p.m. El campeón saldrá del mejor de cinco compromisos.