Andrey Amador se llenó de municiones minutos antes de tomar la partida en la segunda etapa de la Tirreno Adriático.
El ciclista costarricense de Movistar Team tomó un racimo de bananos frondosos que le darían fuerza para protagonizar una actuación brillante como gregario en los 153 kilómetros entre Camaiore y Cascina.
Amador terminó exhausto, pero 100% satisfecho con el resultado de su sacrificio.
El rutero nacional fue uno de los hombres de la escuadra telefónica que ni siquiera pestañeó; siempre se dejó ver al frente del pelotón principal, protegió al colombiano Nairo Quintana y también custodió el suéter de líder del italiano Adriano Malori.
“Por dicha pudimos mantener el liderato y pese a la tensión de la carrera, nos libramos de las caídas y salvamos el día sin problemas”, comentó Amador.
Aunque el propósito real es dar la pelea con Nairo Quintana, el tico y sus compañeros celebran y disfrutan al tener a un integrante de su formación en la cima de la clasificación general.
“Tener al líder siempre es un beneficio, hay que tener más ubicación y nos da presión; es bonito y para el equipo es importante”.
La llegada masiva fue caótica, pues hubo un corte por una caída en la que no se vio involucrado ningún ciclista de la telefónica.
Con 3:30:18, el belga Jens Debusschere (Lotto) le ganó el mano a mano al eslovaco Peter Sagan (Tinkoff Saxo), quien no firma una victoria desde junio.
Andrey Amador cruzó la meta con ese mismo tiempo, en la posición 117. En la general, Malori acumula 3:36:22 y el tico marcha en el puesto 26, a 11 segundos.
Hoy se correrá la tercera etapa con 203 kilómetros entre Cascina y Arrezo. Será otro día de batalla en el terreno llano.