Por una hora y 45 minutos, la tenista Tania Aizenman entregó todo lo que tenía y defendió con sudor y empeño lo que la última representación de los ticos en la Copa del Café.
La adolescente de solo 15 años luchó cada pelota como si fuera la final y corrió hasta que las piernas no le dieron más, para mantener viva la ilusión de ver a una nacional avanzando. Sin embargo, la esperanza se apagó a manos de la guatemalteca María Gabriela Rivera, quien se impuso 4 a 6 y 5 a 7 y dejó a Costa Rica sin representantes a nivel individual en el certamen.
La presión sobre Aizenman era total, tomando en cuenta que fue la única que sobrevivió al primer día de competencia, tanto en la rama masculina como femenina y así se notó en la cancha.
En el primer set, Tania cometió 19 errores no forzados y aunque concretó 13 tiros ganadores solo quebró en una de las cuatro ocasiones con las que contó.
En el segundo set, sus errores aumentaron a 26 y pese a que concretó 21 golpes que dejaron sin respuesta a la rival, la chapina solo sumó 34 equivocaciones no forzadas en todo el juego, concretó 55 disparos ganadores y quebró el servicio en cinco de las nueve opciones que tuvo.
“En el partido solo estaba concentrada en hacerlo bien, no pensaba en cuántos ticos quedaban. Di lo mejor y aunque fallé pelotas que no debía, mi rival jugó mejor que yo”, indicó Aizenman.
La juvenil asegura estar satisfecha por lo que hizo en el torneo y resaltó que su participación la resume como positiva.
“Subí de nivel, creo que lo hice bien y ahora me toca aprender de los errores, luego de un certamen muy exigente”, concluyó.
A nivel masculino, Costa Rica había visto caer el lunes a todas sus cartas en el cuadro principal, luego de que Alejandro Piedra, Gabriel Fallas, Allan Pérez, Diego Chavarría, Gonzálo Adis y Sebastian Quirós sucumbieran en sus respectivos compromisos.