El gol del italiano Marco Materazzi en la final del Alemania 2006, anotado en el estadio Olímpico de Berlín, pronto dejará de ser el último en la historia de los Mundiales, pues en 39 días comenzará la Copa de Sudáfrica 2010.
En cambio, el que hizo el francés Lucient Laurent hace 80 años nunca dejará de ser el primero en la historia de los torneos FIFA.
La importancia de esa anotación, lograda a las 3:19 p. m. del 13 de julio de 1930, en una tranquila tarde en el barrio de Pocitos, en Montevideo, Uruguay, motivó a un arquitecto uruguayo a dedicar cinco años para dar con el lugar exacto de tal acontecimiento, ya que la cancha de Pocitos que se usó entonces, ya no existe; en su lugar hoy hay casas y calles.
Hace 80 años, las autoridades construyeron para un imponente estadio para 65.000 personas, el mítico Centenario. Aunque se trabajó las 24 horas, con inmensos reflectores, la obra se paró por las intensas lluvias y no estaba listo.
Los organizadores entendieron que era imposible abrirlo para el 13 de julio y trasladaron los primeros partidos a las modestas canchas del Parque Central y Pocitos. La inauguración en el Centenario quedó para el 18 de julio, con el duelo Uruguay-Perú (1-0).
El Parque Central está en el mismo lugar que hace ocho décadas. Pero el
Los charrúas, orgullosos de sus dos títulos mundiales (1930 y 1950) y dos cetros olímpicos (1924 y 1928), se olvidaron del destino del viejo campo del Peñarol.
El reto lo asumió el arquitecto uruguayo Héctor Enrique Benech, para precisar dónde estaba la cancha bajo las calles y las casas de Pocitos, en especial el marco de aquel gol inaugural del galo.
“La cancha desapareció en los 40 y se volvió un lugar calificado de Montevideo, de viviendas de clase media, con alto valor inmobiliario”, recordó Héctor Benech a
Su estudio urbanístico duró cinco años: 2002 al 2006. “No había registros oficiales. Pero me encontré en la municipalidad de Montevideo un valioso mosaico de fotos aéreas de 1926 y 1929, que me permitieron ubicar perfectamente la cancha al sobreponerlos con la foto actual”.
El tema lo dio a conocer por primera vez en junio del 2006, en el Museo del Futbol de la Asociación Uruguaya de Futbol, bajo los graderíos del Centenario, mientras se jugaba el Mundial alemán. Despertó el interés de federativos, la FIFA y la empresa Coca Cola de ese país.
“Lo que estaba claro era que el primer gol de la historia de los Campeonatos Mundiales de la FIFA, que comenzaron en Uruguay 1930, lo hizo un francés, Lucien Laurent, un número ‘10’ del futbol actual, un punta por el lado izquierdo”.
Por ello, estas entidades acordaron crear dos objetos en la calle, uno del centro del campo y otro del marco norte del
“Esa cancha ya no existe, pero quería marcar bien el lugar del gol. Siempre habrá el primer gol y último gol de cada Mundial, pero el primero es único. Eso fue lo que más impactó”, detalló Benech.