Armenia, con Levon Aronian en el primer tablero, es la gran favorita tras conquistar el oro en las Olimpiadas de Turín (2006) y Dresde (2008). Rusia, que presenta dos equipos, ya no asusta a nadie. En Dresde terminó en quinto lugar, uno mejor que en Turín.
Cuba, con sus dos grandes maestros Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón -los únicos latinoamericanos en el “top 100” del ranking de la FIDE-, es la gran favorita entre los países de América Latina. Hace dos años, Paraguay dio la gran sorpresa al quedar en el lugar 48, seguida de Colombia (49) y Brasil (54).
Perú, el gran asuente en Dresde por dificulates económicas, acude este año a la cita con un equipo encabezado por Julio Granda Zúniga, uno de los mejores ajedrecistas de América Latina.
España, con Alexei Shirov -de origen letón y nacionalizado en 1996- y Francisco Vallejo, intentará mejorar el décimo lugar obtenido tanto en 2006 y 2008.
Khanty-Mansyisk, a 2.800 kilómetros al este de Moscú, se ha convertido en un nuevo “Eldorado” del ajedrez y fue hace poco escenario de la Copa del Mundo.
En esta ocasión, al igual que en Dresde, no se dará prioridad a los puntos ganados en el tablero, sino al número de victorias en las once rondas. Por triunfo se concederán dos puntos, uno por empate y ninguno por derrota.