Récord con 43 años de vigencia y sin rivales: otra muestra del legado de Rafael Ángel Pérez

El excorredor nacional, quien falleció este jueves en el Hospital México, impuso un tiempo de 28 minutos y 48 segundos en la prueba de 10.000 metros y no se vislumbra que próximamente un tico pueda romperla

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Hace 43 años Rafael Ángel Pérez impuso un récord de 10.000 metros planos que está lejos de ser batido en Costa Rica.

Su tiempo de 28:48 marcó un hito en el atletismo centroamericano, tanto así que hasta hace menos de un mes un guatemalteco bajó esa marca.

Mario Pacay registró 28 minutos y 29 segundos, superando al costarricense.

Sin embargo, en el país no se ve alguien que pueda si quiera acercarse a ese crono. En eso concuerdan los entrenadores ticos Sergio Molina y Mauricio Méndez.

“No se vislumbra a nadie en plano de cuatro o cinco cinco años; para desarrollar un atleta para el alto rendimiento se requieren ocho años. Hay talento, pero sin estructura se van disipando”, comentó Molina.

La falta de una inyección fuerte al atletismo y deporte en general impide el desarrollo, cree Méndez, quien resalta que el talento existe.

“Hay que detectar el talento, que es difícil, porque en edades tempranas hacen poco ejercicio, pero no es imposible. Lo que se necesita es dar todas las herramientas, el Estado y la empresa privada”, mencionó.

El entrenador lo compara precisamente con Guatemala. Asegura que hace dos años o menos ese país invirtió $20 millones en el desarrollo del alto rendimiento, una cifra soñada para Costa Rica.

Eso sí, Pérez contó con algo que tampoco se ve todos los días: la genética idónea para practicar esa disciplina.

“Estamos hablando de un superdotado”, asegura Molina, quien constantemente se ha dedicado a investigar y resaltar la historia de Pérez.

Para él también destaca el crecimiento que tuvo como niño el excorredor nacional.

“Él explicaba que su desarrollo se dio de forma muy natural, en el campo, cogiendo café, sembrando legumbres, tenía que caminar más de un kilómetro para ir a la escuela. Sin saberlo, se fue formando, el carácter, disciplina, fortalecimiento muscular; los mejores atletas de África hacen casi lo mismo”, analizó.

Conforme pasó el tiempo, Rafael Ángel Pérez se destacó por ser un estudioso del deporte, algo que le ayudó a formarse como atleta.

En sus inicios lo entrenó Augusto Pila, cubano que vino al país en 1967, conoció a Pérez y lo llevó a los Juegos Olímpicos de 1968.

Cuenta Molina que Pila lo orientó en una parte fundamental de su carrera, pero después se fue a España y Manuel Avendaño empezó a entrenarlo durante uno o dos años.

Tras ese periodo, Pérez prosiguió su carrera autoentrenándose, entre 1974 y 1976, periodo en el que ganó la Carrera de San Silvestre en Brasil e impuso el récord de 10.000 metros.

“Pila le dio la bases científicas y Rafael Ángel leía mucho”, agregó.