París. AFP El español Rafael Nadal agrandó su mito ayer al vencer al serbio Novak Djokovic y lograr su noveno Roland Garros –el quinto consecutivo–; su décimo cuarto Grand Slam, que le iguala con Pete Sampras y le deja a tres del récord absoluto de Roger Federer.
Nadal tuvo que remontar para imponerse por 3-6, 7-5, 6-2 y 6-4 en tres horas y 31 minutos de juego.
Con los dos jugadores especialmente emocionados y tras una interminable ovación, el sueco Bjorn Borg, que ganó el primero de sus seis títulos en París, hace 40 años, fue el encargado de entregar la Copa de los Mosqueteros.
“Después de Australia (jugó con molestias en la espalda la final) me quedé sin la energía interior con la que he acostumbrado a jugar en mi carrera y es verdad que en estas últimas semanas la he recuperado. He vuelto a jugar con intensidad, ilusión y fuerza interior”, dijo Nadal en rueda de prensa.
Djokovic, que buscaba su primer Roland Garros para completar su colección de torneos del Grand Slam, chocó con un Nadal que fue encontrando sus mejores sensaciones conforme avanzó el partido.
Además, la victoria de Nadal le permite continuar en el primer lugar de la ATP. Un triunfo de Djokovic, número dos, le hubiera aupado al trono mundial.
En su ecosistema favorito, la Philippe Chatrier en un domingo de calor (alrededor de 27 grados), el mallorquín exhibió las cualidades que le han llevado a dominar durante una década. Constancia, ritmo, potencia y pelea hasta donde haga falta, además de un golpe de derecha que en ocasiones fue un látigo imparable para el serbio.
“En los momentos cruciales él estuvo mejor. Así es el deporte, en estos partidos tan grandes, sacamos lo mejor, yo lo intento, pero mi mejor versión no fue tan buena como la de Roma”, dijo Djokovic.
El español amplía su legendario récord en tierra parisina: 66 victorias y solo una derrota (ante Robin Soderling en 2009) en diez participaciones para nueve títulos.
“Los títulos hablan por sí solos, el público le apoya y es increíble cómo juega en esta cancha. Es muy difícil jugar aquí con él al mejor de cinco sets , es muy difícil no tener altibajos”, reconoció Djokovic.
El serbio señaló que a partir de la segunda manga compitió con problemas físicos, pero no los especificó, a pesar de que un periodista aludió a problemas respiratorios.
Nadal también lo pasó mal: “Es la final de Roland Garros en la que he sufrido más físicamente, sin duda. Había momentos en los que me sentía muy vacío, muy cansado, no sé lo que hubiera pasado en un quinto set , estaba al límite”.