Desde que Laurens Molina fue notificado de un resultado analítico adverso, en mayo de 2017, le reconoció al Comité Olímpico Nacional que sí se dopó con intención.
Henry Núñez, presidente de ese ente, aseguró que ni siquiera se consideró la contra muestra porque Molina "aceptó que sí había consumido (se inyectó CERA)".
Molina dio positivo en un control antidopaje realizado el 20 de abril del año anterior fuera de competencia, en Londres, Inglaterra. Eso le deparó un castigo de cuatro años sin competencias.
Eso sucedió tres días antes de competir en Copa Mundial de Maratones de Atletismo, donde finalizó en el puesto 17.
Desde que el costarricense fue notificado, el CON lo acompañó en el proceso, como responsable del movimiento paralímpico a nivel internacional.
"Cuando un atleta toma la decisión de una sustancia prohibida está consciente de lo que está haciendo, en eso no hay misterio (...) Es una mala decisión de la vida", comentó Henry Núñez
El jerarca del CON explicó que no hicieron público el resultado positivo de Molina antes porque debían esperar que el Comité Paralímpico Internacional lo publicara, como sucedió el jueves.
"Todo esto tiene un debido proceso. Según el proceso del IPC no se puede publicar nada hasta que ellos hicieran el comunicado. Se podía viciar de nulidad el proceso entonces mientras no estuviéramos autorizados, no podíamos hablar", agregó.
Incluso, algunos patrocinadores o marcas cercanas al atleta tampoco supieron, hasta el jueves, lo que sucedía con su atleta.
Sin embargo, algunos como Asfaltos CBZ rompieron relaciones ante la sospecha de que les estaba ocultando algo.
“Nosotros hablamos con él y nos dijo que no era cierto y que por algo no había salido nada en los medios. En ese momento (cerca de abril 2018) le creímos, al no tener ninguna prueba. Sin embargo, al ver que él no volvió a competir desde esa fecha, asumimos que había algo que nos estaba ocultando”, lamentó Alejandro Blanco, propietario de Asfaltos CBZ.
Ante esa situación suspendieron el patrocinio desde agosto de este año, apoyados, comentó Blanco, en el contrato que le daba esa facultad si se presentaba un caso de dopaje.
El CON le colaboraba económicamente al atleta para que compitiera en eventos, pero desde que se les notificó sobre el resultado, cortaron esa ayuda.
La marca de geles energéticos Mouk Energy también suspendió su patrocinio a inicios de año, pero en este caso lo hicieron sin conocer la situación.
"Un error lo comete cualquiera. Con nosotros el contrato ya no estaba vigente. No teníamos conocimiento de nada, pero ese momento simplemente se cerró el ciclo", expresó Sergio Escalona.
Por su parte, en Nuun Hydration, también sorprendidos por la noticia, mencionaron que desde el jueves Molina dejó de ser embajador de su marca.
"No le dábamos ningún apoyo económico. Cuando un atleta quiere se embajador debe hacer una aplicación y se le hace firmar un juramento de practicar el deporte limpio", detalló Mariana Calvosa.
Laurens, además, tenía entre sus soportes más grandes a Kölbi y el Banco Nacional.
Antes consultas de La Nación sobre la repercusión de este caso, la compañía telefónica indicó que se encontraban “analizando el tema en conjunto con el señor Molina”.
Mientras tanto, el Banco Nacional lamentó la noticia e indicó que "por lo pronto se encuentra recabando mayor información sobre el particular para emitir un criterio". Eso sí, se explicó que el contrato finalizó el 15 de diciembre y fue patrocinado solamente durante el 2018.
Laurens Molina se mantuvo compitiendo durante estos meses, sobre todo en suelo nacional.
La Nación intentó en reiteradas ocasiones comunicarse con el atleta, entre el jueves y viernes, pero no fue posible.