Para vivir del atletismo, algunos corredores élite optan por no federarse

Si el corredor está afiliado a la Federación Costarricense de Atletismo (Fecoa) no podrá competir en cualquier carrera y por ende se reducen sus opciones de buscar los premios a los primeros lugares.

Por esa razón, algunos atletas élite optan por no federarse y así evitar sanciones si deciden correr competencias sin aval.

La ausencia de este "permiso" para carreras pedestres no es nueva, pues parte de los organizadores consideran que la Fecoa no colabora y solo va a recibir el 10% que le corresponde del total de las ganancias.

Con ese panorama, los atletas evitan federarse, sobre todo en el primer semestre del año, para correr libremente y ganarse el dinero de las competencias.

“Muchas carreras no avaladas dan una premiación atractiva. Siento que federarse pone trabas porque no podés competir en varias carreras”, comentó Jason Villalobos (ESPH-IBUX- La Casa del Pie), quien desde diciembre anterior no tramita su afiliación en Fecoa.

A veces esto se convierte en un dilema, dependiendo de los objetivos del atleta, porque quienes no lo estén tampoco tendrían posibilidad de integrar una selección nacional.

“A mí me gustaría formar parte de la Selección Nacional, pero también necesito darle sustento a mi familia y correr en calle”, explicó el experimentado Hibert Mora.

Él es uno de los 12 atletas de Coopenae que no están federados por decisión del equipo, mientras nueve más sí lo están.

Coopenae determinó esto, basado en algo muy sencillo, la retribución que necesita su marca para subsistir mediante la publicidad, explica el entrenador Mauricio Méndez.

“Hace dos años dimos la directriz de que todos estuvieran federados y Coopenae tuvo un 40% menos de publicidad en 2016 que en 2015. Cuando me presentan eso debo tomar la decisión de no federar. Tenemos que generar publicidad”, detalló.

Para Méndez, el más perjudicado con esto es el atletismo, porque desde su perspectiva se pierde competitividad.

Precisamente para los corredores en ocasiones es imposible medirse con atletas extranjeros que vienen a competir en trayectos no avalados.

“Se pierde la competencia, el año pasado y este año viene gente de afuera y participan en carreras que no tienen el aval, en las cuales no podríamos estar”, señala Javier Fernández de Scotiabank, único de su equipo sin estar federado, pero en este caso por una lesión.

El año pasado este brumoso fue sancionado tres meses por correr una competencia sin aval y sufrió en carne propia el impedimento de ganar más dinero.

Pero tanto él como otros que no están federados, saben que en los últimos seis meses será necesario acercarse a la Fecoa, porque es cuando se disputan eventos más relevantes, por ejemplo, el Campeonato Nacional de 10 kilómetros.

“Es lamentable que los atletas caigan en eso, por un lado no se federan, pero después cuando les conviene, sí. Es una práctica que no alentamos, pero tampoco tenemos una sanción ante una cosa como esa”, comentó Gustavo Álvarez, vicepresidente de Fecoa.

El jerarca afirma que quienes más pierden al final son los atletas.

“La inversión del 10% (que cobra en carreras avaladas) es en selecciones nacionales y en los mismos atletas, en torneos, fogueos y todo lo que no cubre el presupuesto estatal”, agregó Álvarez.

Una discusión eterna

La discusión sobre avalar o no una competencia de atletismo es de nunca acabar entre la Federación y algunos organizadores.

Desde el asfalto el atleta Hibert Mora lo resume así: “los organizadores no avalan carreras porque tienen que darle el 10% a la Fecoa, ¿pero la Fecoa qué les da? No ayuda con permisos de tránsito, salud… todos salimos perjudicados, nos están cortando las alas”.

Ese es el principal reclamo también de Rodolfo Villalobos, presidente de Grupo Publicitario, encargados de varios eventos.

“El 10% del total es bastante plata, algo que se estaría llevando solo por recibir papeles y dar el aval”, apunta Villalobos.

Por otro lado está Global Sport Group, otro de los organizadores más importantes. Para Víctor López, su presidente, la única vía es avalar sus carreras, aunque sabe que hay puntos de mejora con la Fecoa.

“Avalar las carreras es una obligación de todos, porque si quiero hacer eventos tengo que estar en regla. No necesariamente todo me parece, pero hay que negociar, hacer propuestas entre todos para que nadie salga dañado”, señaló.

Desde la Fecoa, Gustavo Álvarez, vicepresidente, asegura que les gustaría un mayor acercamiento de organizadores y atletas, para cubrir las necesidades de estos últimos.

Sin embargo, desde el otro lado también reclaman poca anuencia de la Federación para encontrar soluciones.