Nicoyano vence diagnóstico médico que solo le daba 12 años de vida y figura en Juegos Nacionales

Jesús Flores tiene 20 años y disputa sus terceras justas nacionales. Un problema al nacer hizo creer a los doctores que viviría pocos años. Ahora compite en natación

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Competir contra todo pronóstico es una de las consignas que Jesús Flores ha tenido que superar a lo largo de sus 20 años. Cuando se encontraba en el vientre de su madre, tuvo un cáncer en el lóbulo temporal izquierdo al cual sobrevivió, pero su cerebro no tuvo el desarrollo adecuado.

Su esperanza de vida era hasta los 12 años, pero nadó contra corriente y hoy representa al cantón de Nicoya en las justas nacionales en natación, a pesar de su discapacidad cognitiva intelectual.

“Tengo problemas con mi cadera, pero se dieron cuenta tarde y la cirugía era muy riesgosa, entonces sigo luchando con ese problema. Luego, el cáncer impidió el desarrollo de mi cerebro, médicamente a los 12 años no iba a tener vida, pero a la fecha no pasó nada y gracias a Dios sigo cumpliendo años”, explicó Jesús Flores.

La historia al lado del deporte se inició a los 15 años, cuando empezó a practicar la natación gracias al impulso de una profesora en el colegio. Posteriormente, en el 2016, llegó al equipo de Nicoya con el fin de entrenar de una mejor manera y fue así como ahora carga consigo cuatro procesos de Juegos Deportivos Naciones, tres en los que llegó a la fase final.

“Él siempre tiene las metas claras, sabe lo que quiere y trabajamos a tal punto que culminamos una etapa de cuatro años. Es un nadador de olimpiadas especiales y compite con la élite de Costa Rica, para nosotros es muy importante, él viene a competir, no a participar. Se ha superado y año con año quiere lograr más”, explicó Diego Fajardo, entrenador de Nicoya.

En estas últimas justas, alcanzó el cuarto lugar en el primer día de competencia en 800 libre. Y busca seguir creciendo a nivel deportivo, ya que ha logrado 10 medallas a nivel internacional en competiciones como los Juegos Deportivos Centroamericanos Estudiantiles en Nicaragua 2016 y El Salvador 2018.

Además, en marzo de este año alcanzó dos medallas de bronce y la presea dorada en las Olimpiadas Especiales en Emiratos Árabes Unidos.

Superación. No ha dejado que nada lo detenga, no solo en el deporte, sino en los esfuerzos que ha tenido que realizar para continuar de la mano de la natación. Vive en Nambí, un pequeño pueblo a casi 12 km del centro de Nicoya, así que debe viajar en autobús prácticamente todos los días y buscar la manera de costear los pasajes.

“Él hace rifas. Por ejemplo, fue a El Salvador con la Selección; trajo tenis y medias entonces lo revende a sus amigos. En Nicoya busca sus propios patrocinios, también tiene sus máquinas y telas para coser, sublima camisas y bolsos para vendérselos a los compañeros y le pagan la personalización; es muy negociante”, comentó Fajardo.

Ahora, Jesús espera continuar representando a Costa Rica y al cantón nicoyano.

“Quiero hacer la diferencia y mostrar que somos capaces nosotros como guanacastecos y porque yo soy un atleta con discapacidad intelectual. Creo que las discapacidades no son un límite sino formas de demostrar y dar ejemplo de que puede haber superación y mostrar que todos podemos”, finalizó el atleta.