La Sabana
Inhala y exhala, aún agitado después de ganar los 400 metros del Campeonato Nacional con un tiempo de 46:51. La victoria le sabe a poco a Nery Brenes, todavía no logra la marca para el Mundial de Londres en agosto. Necesita detener el cronometro en 45:40 (un segundo y 11 centésimas más rápido) para garantizar su boleto. Él no duda en que la hará.
Este domingo lo intentará de nuevo, esta vez en su otra especialidad, los 200 metros planos. De no alcanzar el tiempo en Costa Rica, lo buscará fuera del país. Lo dice con un tono pausado y un verbo simple. Sin aspavientos.
A sus 31 años, Nery aprendió que debe tomarse las cosas con calma. Aun respira con dificultad, coloca sus manos en las rodillas para descansar y responde las preguntas de La Nación, en una entrevista amplia y sincera.
La competencia de hoy (sábado) estuvo más cerrada de lo esperado. (Sherman Guity llegó segundo con un tiempo de 46:96), ¿a qué lo atribuye?
Creo que fue por la parte de la aceleración, no tuve una salida muy rápida pero no es excusa, Sherman está bien. Muy contento y agradecido por pertenecer a un grupo tan selecto de atletas de 400 metros.
El Mundial es en agosto, ¿el objetivo tuyo es estar ahí, o dentro de la planificación hay otras prioridades?
Vamos a ir al Mundial. Hoy (sábado) intentamos hacer la marca pero no se pudo. Este domingo vamos a tratar de hacerla en los 200 m en que nos sentimos bien gracias a Dios.
En 400 m ya no la pudo hacer en Costa Rica, ¿en dónde intentará hacer la marca?
A fin de mes viajo a Europa y empiezo a competir el 8 de junio. Creo que vamos bien en la planificación. Igual el año pasado empecé casi cerca de esto y terminé corriendo una maravilla, entonces con cada carrera voy alcanzando el ritmo de competencia y eso es lo que me tiene contento.
En el deporte como en la vida, la madurez hace cambiar la forma de pensar y de ver las cosas. A los 31 años, da la impresión de que se está tomando con más calma el tema de lograr las marcas.
El año pasado la hice hasta en Madrid, y fue casi en junio. Prisa no tenemos. Tengo fe y estoy seguro que haré la marca en las dos pruebas (200 y 400 m).
Viéndolo desde una perspectiva integral, ¿cómo se siente Nery Brenes en lo emocional, familiar y deportivo?
La verdad muy agradecido. Tengo una esposa que me ayuda en todas estas locuras, sino tuviera este apoyo no estaría intentándolo todavía, y mis hijos que me apoyan para seguir luchando.
De llegar a otros Juegos Olímpicos, tu hijo Jeyden (6 años) ya podría guardar el recuerdo, porque me parece que estaba muy pequeño cuando participaste en las justas anteriores y en los mundiales pasados.
El fue a los Juegos Olímpicos de Londres pero no se acuerda de nada. Si Dios quiere lo vamos a llevar al Mundial.
¿Jeyden vive el atletismo como su padre?
Sí asiste a las competencias, pero no lo vive. Él quiere jugar en el Barcelona (risas).
¿Y cómo vive Nery Brenes esta etapa, después de todo el desenfreno que genera estar en el foco de las cámaras?
Al principio era difícil porque uno no estaba acostumbrado a tener la gente encima y la atención, porque es la verdad. Me parece que uno se desubica a veces, pero gracias a Dios uno suele tener ángeles que lo vuelven a guiar a la senda correcta.
¿Cómo se vuelve a ubicar mentalmente una persona?
La verdad que con la ayuda de la gente, uno no es perfecto y la gente que está alrededor sabe lo que se puede lograr si uno se concentra.
La expectativa es llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio. No se percibe fácil por la edad y la competencia.
Yo creo que todos los años mejoramos y este no es la excepción. Vamos por buen camino y solo hay que estar listo para las batallas.
¿Y cómo afronta Nery las batallas?
Las batallas mías son todos los días en el entrenamiento. Ahí es donde tengo que ser mejor y tratar de ser una persona responsable y enfocarme en las competencias para cumplir los objetivos.