Chloe Meyer recién cumplió 13 años, pero ya puede decir que rompió una marca establecida por la leyenda de la natación costarricense, Sylvia Poll.
La nadadora de la Asociación Deportiva Delfines Humboldt acabó con el récord de 100 metros estilo dorso (categoría infantil B) impuesto por Poll en 1983; es decir, tenía 38 años de vigencia.
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Chloe Meyer participó en esta prueba de 100 metros dorso el pasado 17 de julio en Estados Unidos. Foto: Cortesía Asociacion Deportiva Delfines Humboldt.
Esa hazaña también le permitió recibir la felicitación de la exnadadora nacional, quien le envió un audio de WhatsApp, según contó su entrenador, Rodrigo Rivas.
Él llamó a Sylvia, aprovechando que la conoce desde hace muchos años, para contarle lo hecho por Meyer.
“Fue bonito porque tuvimos la oportunidad de que le mandara un mensaje para la final y minutos antes de ecompetir le puse el teléfono. La felicitó por el récord y la instó a seguir luchando. Le dijo que le enviaba un abrazo”, mencionó Rivas.
Esa fue motivación extra para la joven, quien minutos antes ya había roto la marca en la semifinal de la prueba, el pasado 17 de julio durante el campeonato estatal por edades en la ciudad de Cary, Carolina Norte, Estados Unidos.
Chloe paró el cronómetro en 1:09.38, mientras Poll tenía una marca de 1:10.35.
Horas después, en la final B, volvió al agua, habiendo ya escuchado el audio, y nuevamente estuvo por debajo del tiempo de Sylvia, ahora con 1:09.87.
“Ella estaba sorprendida por el mensaje, no es cualquier persona a la que una medallista la felicite. Fue una anécdota bonita”.
Rivas recuerda muy bien el día que Poll impuso esa marca. Fue durante el Campeonato Centroamericano y del Caribe en Santo Domingo, República Dominica, donde él también compitió.
“Esa vez Sylvia ganó medalla de oro y estaba comenzando la preparación que finalmente la llevó a los Juegos Olímpicos de Seúl 88″.
El entrenador añadió que el logro de su pupila es digno de destacar por varias razones: la cantidad de años que estuvo vigente el récord, a quién le pertenecía, así como las condiciones de la competencia.
“Ella compitió contra atletas un poco mayores, porque en Estados Unidos el corte de edad es del día que se compite, mientras en Costa Rica se hace con la edad que tenga el 1° de enero. Pero eso es lo que buscamos, nadadoras parecidas o con un nivel más alto, y así le ayudó para romper ese récord. No era el principal objetivo pero sí sabíamos que se podía intentar”.
Meyer nació en Estados Unidos, pero nueve de sus 13 años los ha vivido en Costa Rica y está en proceso de obtener su nacionalización.
Los resultados con ella, asegura Rivas, dan proyecciones positivas hacia el futuro, pero aún es muy joven para meterle esa presión.
“Nos da para trabajar, planificar a largo plazo, y tener una perspectiva de adónde se puede llegar. Cualquier entrenador que tenga un chico o una chica que logra exponerse de esa manera da mucha ilusión y uno se recarga. Sin embargo, todavía es muy temprano para plantearle metas muy ambiciosas y adelantar procesos”.