Esteban Zúñiga considera que en su vida nunca fue "muy deportista", hasta el 2012, cuando llegó al atletismo con la idea de mejorar su salud.
No había ninguna meta, más allá de hacer actividad física. Sin embargo, rápidamente le tomó el gusto a correr sobre el asfalto y hoy está a las puertas de completar las seis maratones más grandes y reconocidas del mundo.
Pero por si eso fuera poco, también sería el costarricense más joven en conseguirlo, con 33 años.
Esas carreras se realizan en Tokio, donde estará Esteban este domingo, en Nueva York, Chicago, Boston, Berlín y Londres.
Solo se conoce de siete atletas ticos que han hecho los 42,195 km de dichas competencias: Rubén Acon, Julio Chew, María Lucía Fernández, Francisco Hidalgo, Adriana Rosales, Samuel Schachtel y Rafael Víquez. Además de Marcos Ghinaudo, quien es argentino, pero residente permanente en el país.
Zúñiga se unirá a ellos si supera la meta en la capital japonesa, donde también recibiría la medalla especial que lo confirma como finalista de la serie Abbott World Marathon Majors.
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Aunque no lo planeó, este administrador de empresas reconoce que ahora esa posibilidad lo llena de satisfacción.
En su currículo tiene tres experiencias en Chicago (2012, 2014 y 2017), dos en Boston (2016 y 2017), una en Nueva York (2015), y las últimas dos: en Londres y Berlín (2018). A esas también se une la maratón de Washington (2013), que no es major.
Es decir, no ha parado de correr, en siete años tiene nueve competencias en esta distancia. Prepararse para cada reto se convirtió en una prioridad.
“Realmente nunca lo tuve como meta (hacer las seis), pero como que se fue dando. Cuando uno empieza a correr, siempre como que busca maratones y las primeras que ve son las majors. Obviamente cuando vi que se me estaba dando la oportunidad de hacerlas, me emocioné más”, mencionó.
Incluso, el año pasado planeó su calendario para acercarse al objetivo de las seis maratones, por lo que volvió a hacer dos en un mismo año.
Londres fue la que desencadenó esa emoción, en abril anterior, ya que normalmente se hace difícil entrar por rifa ante la gran cantidad de personas que buscan un lugar.
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Sin embargo, Esteban recibió una inscripción directa por parte de la marca New Balance y eso lo terminó de motivar.
Mientras que para Tokio logró clasificarse por tiempo y ahí espera romper su mejor marca: de 2 horas y 39 minutos, conseguida en Berlín.
Completar las seis majors en un lapso corto (siete años) ha requerido de una buena planificación. Aunque para muchos no es lo más recomendado, él asegura que se ha sentido bien.
“No es lo ideal, pero he ido mejorando mis tiempos, me ha ido muy bien. Uno trata de cumplir metas y en mi caso la satisfacción siempre ha sido lograr un tiempo, pero realmente las amistades y la gente que se conoce en esto es lo mejor, se hace como una familia”.
César Lizano, su entrenador en Lizano Running Team, agrega que su pupilo es obediente, y eso provoca que descanse el tiempo necesario, por lo que no ha sido peligroso exigir a su cuerpo de esa forma.
“Él hace caso a todo, no se pasa un metro o hace uno menos. Es muy ordenado y disciplinado, eso da tranquilidad porque sé que va a hacer más kilometraje y descansa cuando tiene que hacerlo”, explicó Lizano.