Dallas AP Desde un balcón en el American Airlines Center, Dirk Nowitzki encabezó a los Mavericks de Dallas y a miles de aficionados cantando su nueva canción favorita: We are the Champions .
El dueño del equipo, Mark Cuban, estuvo al frente en otra ronda de coros, mientras Jason Kidd sostenía el trofeo de monarcas.
La escena de felicidad se presentó ayer al final del desfile en honor a los campeones de la NBA. Una asistencia esperada de 250.000 personas, aunque quizá eran más, soportó temperaturas por arriba de los 30 grados celsius para disfrutar una fiesta que tardó 31 años en llegar, con el primer campeonato en la historia de los Mavericks.
Los aficionados abarrotaron las calles y las aceras por todo el recorrido de un kilómetro y medio desde el centro de convenciones de la ciudad hasta el estadio. El fundador del equipo Donald Carter y su esposa, Linda, iban en un vehículo al frente del desfile.
“Es increíble”, dijo Nowitzki mientras aceptaba un puro de su compañero Jason Terry. “Estamos en la cima del mundo ahora y se siente increíble. He esperado este momento por 13 años”.