La experiencia no pesó, los poderosos y legendarios Patriots de Nueva Inglaterra también pierden y en la edición 52 del Super Bowl cayeron a manos de unos Eagles de Filadelfia hambrientos de gloria, que ahora colocarán su primer trofeo Vince Lombardi en sus vitrinas.
Los Eagles se impusieron 41 a 33, en un juego vibrante, de poder a poder y con dos ofensivas que no se dieron tregua. El mariscal reserva Nick Foles brilló con tres pases para anotación, 373 yardas y 28 pases completos de 43 intentos. Incluso, se dio el lujo de atrapar un envió para darle seis puntos a su equipo.
Foles tomó el lugar del lesionado Carson Wentz en el momento más importante de la campaña, condujo a su equipo en la postemporada y anuló cualquier duda que pudriera existir sobre él, al estar por primera vez en el partido más importante del fútbol americano.
Filadelfia se salió de una lista de 13 escuadras que nunca han ganado el Super Bowl, pues había perdió en 1981 ante los Oakland Raiders y en el 2005 frente a los Pats.
Nick no tuvo un juego nada sencillo para dejar con las manos vacías a un oponente acostumbrado a ganar y que intentaba llegar a su sexto anillo de campeonato desde 2002.
Nueva Inglaterra no defraudó, tampoco lo hizo Tom Brady con 505 yardas, tres anotaciones y 28 de 48 lanzamientos completos. El ataque hizo su parte, no despejó una sola vez ni perdió balones durante tres cuartos. Pese a estar en desventaja durante buena parte de la noche, Tom dio a los suyos su primera delantera en el partido, por 33-32, gracias a un pase que tuvo como destinatario a Rob Gronkowski, con 9:22 minutos restantes.
Sin embargo, el cuento de hadas de Foles tuvo un final feliz, con juegos artificiales y un trofeo en sus manos.
Cuando parecía que Filadelfia se derrumbaría, tras quedar abajo en el marcador, el mariscal encabezó una ofensiva de 75 yardas y 14 jugadas. Su envío a Zach Ertz representó un avance de 11 yardas, culminado por una zambullida en la zona de anotación.
Jamás dos rivales en un encuentro de postemporada habían acumulado tantas yardas en forma combinada. Paradójicamente, el duelo se definió con una jugada defensiva, cuando Brandon Gaham despojó del balón a Brady. Derek Barnett lo recuperó con 2:09 minutos por jugar, lo que dejó listo el escenario para un gol de campo de Jake Elliott, quien estiró la diferencia a ocho puntos.
Los 41 puntos permitidos por Bill Belichick y los suyos superaron la cifra que había admitido durante cualquier Super Bowl en la era del entrenador. Asimismo, toleraron 613 yardas totales, incluidas las 373 mediante los pases de Nick, quien terminó nombrado el Jugador Más Valioso de la noche.
Adicionalmente, LeGarrette Blount, excorredor de Belichick, realizó 14 acarreos para 90 yardas y una anotación.
Tom y los Patriots, consiguieron una remontada sin precedente ante los Falcons de Atlanta un año atrás,esta vez revirtieron un déficit de 12 puntos. Sin embargo, en el 2018 no pudieron coronar la proeza.
Los Eagles no eran campeones de la NFL desde 1960, cuando no existía el Super Bowl. Por su parte, Nueva Inglaterra fracasó en igualar a los Steerlers de Pittsburgh con más títulos, pues se quedaron con cinco.