La tica que se planteó ser ciclista profesional vive el sueño de los Juegos Olímpicos 

Si mira hacia atrás, esta joven de Miramar de Puntarenas se da cuenta de lo vivido en dos años: medallas, carreras World Tour con las mejores del mundo, contrato profesional, una vida en México, Mundial de Ciclismo y ahora las justas olímpicas

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Cuando María José Vargas firmó su primer contrato profesional, en noviembre de 2017, tenía 21 años y la certeza de estar donde hace mucho había soñado.

Antes de llegar hasta ese punto, su plan fue vivir del ciclismo, ser una pedalista profesional al 100%.

Se unió al equipo mexicano Swapit-Agolico Cycling Pro Team, es decir, un conjunto de primera línea en el ciclismo femenino.

Pero antes de iniciar los entrenamientos, en enero de 2018, participó en los Juegos Centroamericanos Managua 2017 y se dejó la medalla de oro para Costa Rica.

Ese fue el primer paso de un ciclo olímpico que culminará como cualquiera atleta quisiera: con el boleto a los Juegos Olímpicos.

Tras ganar en Nicaragua, compitió en los Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 (sexta posición) y aunque se perdió los Panamericanos de Lima 2019, estará en Tokio 2020.

Ahí apuntó ella, en conjunto con su equipo y la Federación Costarricense de Ciclismo.

"Creo que uno entre más alto apunte, más largo va a llegar, siempre me planteé vivir del ciclismo, ser profesional y cuando uno sueña así son cosas que se van dando. Clasificamos a Tokio, y ya por mi mente pasa París 2024. Si se hacen las cosas bien, con proceso, pensando más allá, se dan porque sí, no se dan por azar, es disciplina", comentó Vargas con una seguridad imposible de quebrantar.

Si mira hacia atrás, esta joven de Miramar de Puntarenas se da cuenta de lo vivido en dos años: medallas, carreras World Tour con las mejores del mundo, contrato profesional, una vida en México, Mundial de Ciclismo y ahora las justas olímpicas.

Pero ella es la menos sorprendida, precisamente por esa mentalidad, misma que, según sus palabras, le ha permitido llegar lejos.

Su aprendizaje y la misma enseñanza para las demás pedalistas es cambiar el chip de verse inferior ante otros países.

"Hay que cambiar mentalidad y forma de correr, si alguien me ve correr afuera, se da cuenta que la forma es diferente, somos agresivos todo el tiempo, basta con ver carreras para saber el cambio de mentalidad. (...) dejar de tenerle miedo a países potencia, como seleccionada he corrido contra ciclistas que veo constantemente durante el año, y uno les pierde miedo, pero cuando era junior, no era así", explicó.

Esas palabras vienen de una deportista con apenas dos temporadas como profesional y si su crecimiento sigue como hasta ahora, le quedarán muchos años en el pelotón más importante del mundo.

Hoy puede decir que vive del ciclismo, como lo anheló siendo una adolescente. Desde el 2018 reside en Guadalajara, México, y al país prácticamente viene solo para vacaciones, como sucede desde el martes, cuando arribó a suelo nacional.

Sin embargo, será un descanso activo, pensando desde ya en Tokio.

En la Federación Costarricense de Ciclismo todavía no oficializan su nombre como representante para los JJOO, pues la plaza es de Costa Rica, aunque el coordinador de selecciones, Javier Munich, aseguró que sí sería para Vargas, a menos que suceda algo extraordinario.

“No lo veo obvio, pero es lo más racional, soy la que pasé corriendo a nivel internacional. Al final soy yo la que está ranqueada entre las 100 mejores”, agregó Vargas.