Rosa Baltodano Acosta asegura que la fuerza de sus brazos es natural, que es herencia de su padre Claudio Baltodano Quirós, de quien cuentan era capaz de alzar un estañón de aceite o partes muy pesadas de maquinaria agrícola, en una finca arrocera en Ciudad Cortés, en el cantón de Osa, donde trabajaba.
La mayor de tres hermanas ayudaba a su padre a sembrar frijoles, a chapear y todo lo concerniente a las labores de un jornalero. Como no tenía hermanos, Rosa debía colaborar con su progenitor, sin olvidar sus tareas escolares que la llevaron lejos de la finca, hasta convertirse en secretaria del Poder Judicial en Golfito.
Esa misma fuerza la hizo jugar en el fútbol como portera y a destacar en la disciplina del voleibol por sus potentes remates, pero nunca se imaginó que esa “herencia” la llevaría a obtener un segundo y un tercer lugar en el Campeonato Panamericano de Pulsos, que se realizó el sábado en nuestro país.
Rosa derrotó a oponentes de Brasil y Canadá, pero cayó en la final con el brazo derecho ante Angela Mathews de los Estados Unidos. Mientras, en la modalidad de brazo izquierdo, se dejó el bronce, en su primera experiencia internacional.
“A mí me gustaba el fútbol y el voleibol, pero por las redes sociales empecé a conocer el deporte de los pulsos hace un año. Participé en un torneo en Golfito sin conocer las reglas o la parte técnica. Apenas y me explicaron como posicionarme en la mesa, pero gracias a mi fuerza y explosividad pude ganar”, recordó Baltodano.
Después de su triunfo en Golfito, salió victoriosa en eventos en Puntarenas y Naranjo de Alajuela, hasta llegar a la final nacional en San José, donde perdió ante Valeria Romero, en al categoría de 80 kilogramos. No obstante, debido a su gran actuación, la Federación Costarricense de Pulsos la seleccionó para el Panamericano recién disputado y el Mundial a realizarse en octubre en Rumanía.
“En los últimos meses entrenamos muy fuerte, en el gimnasio, la potencia, la explosividad y la técnica. Fue un orgullo representar a Costa Rica, a mi pueblo Ciudad Cortés y a Golfito en el Panamericano”, agregó Baltodano.
Rosa trabaja como secretaria en el Poder Judicial, empleo que desempeña desde 1998 y del cual se siente muy orgullosa, pues aseguró que pese a venir de una familia muy humilde, siempre buscó superarse y el deporte fue siempre uno de sus incentivos.
“Cuando empecé en los pulsos papá se preocupó. Me dijo que tuviera cuidado con una hernia o que no compitiera con hombres porque me podían lastimar. Generalmente yo entreno con los varones y hago mucho trabajo de gimnasio para fortalecer mis brazos, bíceps y las muñecas, pues las competencias de pulsos son muy duras y uno debe estar muy bien preparada”, indicó Baltodano.
La deportista indicó que tanto le apasionó el deporte de los pulsos que actualmente es una líder en la zona sur, donde busca colaborar con sus compañeros Jesús Samudio Montoya y Esteban Batista, quienes también son seleccionados nacionales y con quienes viaja a los eventos a nivel nacional.
“Tuve que abandonar el fútbol y el voleibol para estudiar y trabajar, pero ahora puedo hacer deporte mediante los pulsos. Tengo tres hijos maravillosos, Mauren, Marcos y Briana. La mayor está en la universidad y Marcos, quien estudia informática, acaba de representar al país en Arizona, Estados Unidos, con un proyecto de Lesco. Me siento muy orgullosa de ellos y de estar en la Selección Nacional de Pulsos”, confesó Baltodano.
Los campeones ticos del torneo fueron Esteban Rodríguez en (70 kg), Snaider Mora (80 kg) y Claudio Guzmán (+80 kg) en la categoría Junior. Dalila Waterhouse (60 kg), Katherine Mora (70 kg) y Valeria Romero (80 kg) en élite femenino. Mientras, en Máster, festejaron German Gutiérrez (80 kg) y Maykel Guzmán (+90 kg).