Antes de 2008, en Costa Rica solo se hablaba del fútbol americano para hacer referencia a la temporada de la NFL (National Football League), la liga profesional de los Estados Unidos.
No había liga, federación o alguna organización que regulara la práctica de este deporte.
Los más fiebres armaban una ‘mejenga’ en La Sabana o Cartago, con el famoso balón ovalado y sin ningún otro implemento.
No existía más que eso y algunos grupos de amigos que se pasaban la pelota de un lado a otro.
Diferente al béisbol o baloncesto, deportes estadounidenses por excelente, el fútbol americano llegó ‘tarde’ al país.
Hoy, después de diez años practicándose bajo un torneo nacional, la Federación de Fútbol Americano de Costa Rica intenta corregir errores y resurgir.
Cuando esas pocas personas se reunían para jugar, apareció la figura de Reyhan Fraile, el nombre que todos mencionan cuándo se consulta cómo inició el football de Costa Rica.
Él creó una liga privada en marzo de 2008, después de reclutar a jugadores, no solo a quienes se reunían en las mejengas, también muchos otros que vieron un anuncio en el periódico.
“Viví en Estados Unidos y me enamoré del fútbol americano. Me nació la idea de traerlo aquí al país y saqué el anuncio de que se buscaban jugadores. Quedé impresionado porque llegaron cientos de personas”, recuerda Fraile.
El reclutamiento y entrenamientos se hicieron durante ese año, y en el 2009 se jugó el campeonato.
Sin embargo, dos días antes del primer juego, muchos jugadores ni siquiera tenían casco.
Johan Quesada, en aquel entonces jugador y hoy presidente de la Federación, asegura que era difícil conseguir los implementos, por lo que debían traerlos desde Estados Unidos.
“El 80% de jugadores pagaba $600 (¢345.600) por un equipamiento. Ahora se encuentran en Costa Rica, algunos de segunda mano en menos de $100 (¢57.600)″, comentó .
Dos años después pasó de ser una liga privada a la Federación de Fútbol Americano de Costa Rica, tras la iniciativa de Paolo Vicenzi.
Un 40% de quienes iniciaron se mantienen vinculados de una u otra forma, ya sea como jugadores, entrenadores o dirigentes.
Los primeros cinco años fueron abundantes en cuanto a la incorporación de jugadores y crecimiento de la disciplina, pues incluso la liga llegó a tener 10 equipos.
Pero eso decayó desde finales de 2014, muchos clubes incluso decidieron jugar fuera de la Federación, por problemas con la directiva.
Ahora, con nuevo presidente, los equipos más importantes regresaron y se establecieron nuevas reglas para participar, por ejemplo, tener al menos siete jugadores menores de 20 años y restricción de extranjeros.
El campeonato empezará el próximo domingo, con apenas cuatro equipos, pero con la consigna de alcanzar la expansión que lograron en algún momento.
Danny Herrera, jugador desde hace 10 años, ve con buenos ojos este cambio y asegura que aunque la parte administrativa ha sufrido, el deporte tiene avances significativos.
“Tenemos mejores jugadores, mejor nivel, técnica, en todo sentido se ha mejorado. La Federación falló y repercutió en todo, pero estamos volviendo a levantar”, mencionó.
Para él hay un caso que ejemplifica sus declaraciones: la Selección mayor no salía del país desde el 2013 y en febrero anterior disputó el Centroamericano en Guatemala, en el que obtuvo el subcampeonato por segunda ocasión.
Esto resalta más, asegura Johan Quesada, si se toma en cuenta que a nivel centroamericano Costa Rica es el país más joven en tener fútbol americano.
"Entramos en una nueva etapa de reestructuración, queremos rescatar todo lo que se estaba haciendo bien", concluyó.