El mar es su mayor aliado, pues en sus aguas enjuaga sus penas y al mismo tiempo el fuerte oleaje lo impulsa a sobreponerse a las dificultades que le planteó la vida.
Yazdanny Castro, quien fue criado por sus abuelos en Quepos, experimentó una serie de sensaciones en las dos últimas semanas, tan diversas como las corrientes que circulan las costas: al ser despedido de su trabajo, convertirse en padre de familia y coronarse como bicampeón del torneo nacional de Bodyboard 2018, el pasado domingo en Playa Hermosa, Jacó, Puntarenas.
Con 19 años y después de haber vencido en mayo al suadafricano Jared Houston, campeón mundial en 2015 y avanzar a los octavos de final del Antofagasta Festival en playa La Cúpula en Chile, parada oficial del Tour Mundial, se ilusiona con poder participar en las dos próximas fechas de ese evento a realizarse en las localidades de Nazareth y Viana en Portugal, entre el 11 y el 30 de setiembre próximo.
La meta no es sencilla, pues debe recaudar $3.000 (cerca de ¢2 millones) para solventar los gastos de tiquetes aéreos, alimentación, hospedaje e inscripción en el evento.
De momento, el objetivo trazado se puso cuesta arriba, pues aunque ha tocado diferentes puertas, perdió su trabajo como misceláneo en un hotel en Quepos y ahora solo da clases de bodybording en las playas quepeñas.
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Además hace dos semana es el orgulloso papá de la pequeña Ailanny, por lo que debe trabajar para correr también con todos sus gastos.
“No ha sido sencillo, pues me quedé sin trabajo, por lo que me puse a dar clases para ayudarme, más aún porque mi hija estaba en camino y hay que pensar en su bienestar. Ahora estamos tocando puertas para buscar el financiamiento para viajar a Portugal, aunque no será sencillo, pues nos falta apoyo, pero no vamos a echarnos para atrás”, confesó Castro.
Entre las clases de boguie, donde se puede ganar ¢30.000 en un día bueno, cuidar a su hija y asistir al colegio nocturno, donde cursa el octavo año, Yazdanny busca salir adelante, alejarse de las malas compañías y los vicios, pues ante todos los inconvenientes, sueña con ser profesional y participar regularmente en el Tour Mundial bodybording.
"Por diferentes motivos no crecí con mis padres, por lo que vivo con mis abuelos. En mi hogar había muchos problemas que me desmotivaron y fue en el mar donde encontré el lugar para relajarme, donde me puedo concentrar. Aprendí a ir todos los días al mar con mi buguie, para cambiar mi vida y mejorar en todos los aspectos. Allí es donde cambié muchas cosas de mí”, comentó Castro.
Precisamente el vaivén de las olas moderó el carácter del joven quepeño, quien se refugia en el Océano Pacífico para olvidarse, por momentos, del entorno que lo rodea.
“Me gusta entrar el mar cuando estoy triste, porque me quita el estrés, me tranquiliza y me ayuda a pensar las cosas con más claridad. Sé que no es fácil, pero mi sueño es competir en el Tour Mundial, estar entre los 20 primeros del mundo y demostrarle a la gente que uno puede, que más adelante puedo ser ejemplo para muchos jóvenes si uno le pone ganas y entrena fuerte”, confesó Castro.
El actual bicampeón nacional, quien además logró dos subcampeonatos centroamericanos, no pierde la esperanza de asistir a las playas lusas y demostrar su buen nivel con su amigo Hugo Alfonso, quien es oriundo de Puerto Viejo, Limón.
“Vamos a hacer todo lo posible por ir a Portugal. El bodybording es un deporte que le interesa a pocas personas, pero me parece que tenemos talento, aunque nos falta apoyo. Ojalá se fijen en nosotros porque también nos sentimos orgullosos de representar a Costa Rica y darle triunfos importantes”, sentenció Castro.