La boxeadora Yokasta Valle estaba como en una nube. Pasó toda la noche sin dormir y en su mente repasó una y otra vez el combate del domingo ante la española Joana Pastrana, que le deparó el título mundial de las 105 libras de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), en Puerto Banús, Marsella, España.
Cerca de las 5 de la mañana de este lunes, hora de España, Yokasta atendió a La Nación, mientras esperaba emprender el regreso a Costa Rica, pues su máximo deseo es celebrar con su familia su tercer cetro mundial, en tres diferentes categorías.
Junto a su entrenador Marco Delgado y su mánager Mario Vega, Yoka se plantea parte de su futuro, como es intentar unificar el cetro de las 125 libras con las demás organizaciones boxísticas.
“Sinceramente no he podido dormir, no tenía sueño. Aún siento la adrenalina del combate. En España pude hacer historia al ganar un título fuera de mi país. Me costó salir de la arena, porque la gente quería tomarse fotografías y querían que les firmara autógrafos. La verdad me trataron muy bien”, recordó Valle.
Yokasta todavía tiene en su memoria las palabras de su entrenador; le insistía que no dejara de atacar, que no la dejara respirar o tomar la iniciativa, que siempre fuera hacia adelante.
“Tenía mucha confianza en mi entrenador Marco Delgado. Una y otra vez me repetía que me concentrara, que hiciera mi boxeo, que no le diera espacio, que al ser ella la campeona y estar en España, había que dejarlo todo en el ring para ganar y demostrar que yo soy mejor”, manifestó Valle.
Después de haber perdido en Japón y Alemania la opción de alcanzar un campeonato, Yokasta no quería que esta oportunidad se le esfumara, es por eso que con cada golpe recibido siempre contragolpeó para no dejar dudas de quién era la mejor a lo largo de los 10 asaltos.
“Cuando la gente gritaba Joana, Joana, siempre traté de darle más duro y en más ocasiones, no quería que se me escapara. Para mí fue histórico y no podía dejar la opción de asegurarme la victoria. En los últimos rounds sabía que estaba cansada y no podía darle oportunidad que se recuperara”, explicó Valle.
La pugilsita nacional parece emocionarse al repasar el combate. Al otro lado del teléfono da la sensación que lanza los golpes, mientras describe la reyerta que le dio el cetro planetario.
"Sentía que la pelea se fue muy rápido. Escuché la campaña para que diera inicio y después estaba en el quinto asalto. Siempre traté de hacer mi pelea, ser contundente, mientras sentía que ella (Pastrana) estaba atascada. Me decía, ‘Dios mío, espero que los jueces sean justos, que no sea un descaro la decisión’. Tenía plena confianza que iba a ganar, nunca lo dudé porque me había preparado muy fuerte”, añadió Valle.
Sobre el hecho que Pastrana no llegara al primer careo o bien que no dio el peso y tuvo que esperar cuatro ocasiones para hacerlo, la pugilista tica confesó que ella solo estaba concentrada en su pelea, que lo importante es que se había preparado y desde el principio no quería dejar dudas de quién estaba mejor preparada.
“No sé si ella estaba jugando de viva o me menospreció. Yo solo quería ganarle, estaba preparada. Si no llegó al careo era problema de ella e igual si no dio el peso es porque no estaba tan bien preparada como yo. Aquí es donde las horas de entrenamiento, los regaños de mi entrenador y hasta el llanto valieron la pena. Aquí están los frutos de todo el trabajo profesional que hicimos. Todo valió la pena”, recalcó Valle.
En cuanto a su futuro, Yokasta indicó que todo está en manos de su entrenador y su mánager, pero su ilusión es unificar el cetro de las 105 libras con las demás organizaciones de boxeo.
“Eso es trabajo de mi mánager Mario Vega. Él me tiene acá como campeona y vamos a esperar a ver qué pasa. De momento solo espero a que mi entrenador me diga cuándo vuelvo a entrenar para estar lista para mi primera defensa, la cual espero sea en Costa Rica y tratar de unificar mi título con la Organización, el Consejo y la Asociación Mundial de Boxeo”, subrayó Valle.