Andrey Amador y Nairo Quintana defendieron los mismos colores desde 2012 y hasta el año pasado. El costarricense y el colombiano tenían química y buen entendimiento en carretera.
Durante esos años vivieron éxitos juntos, pero también compartieron los momentos duros de cuando las cosas no salieron a como las habían pensado, o que después de un gran trabajo, las piernas no respondían.
Ninguno de los dos lleva hoy el uniforme de Movistar. El tico pasó al sólido batallón del poderoso Ineos; mientras que el boyacense capitanea al equipo francés Arkéa Samsic.
Amador y Quintana tomaron caminos separados, pero este viernes se encontraron por primera vez como rivales, en la jornada inaugural del Tour de l’Ain, en Francia.
La etapa de 139,5 kilómetros entre Montréal-la-Cluse y Ceyzeriat resultó buena para ambos, en su preparación de cara a los grandes retos que se avecinan.
En el caso del pedalista tico, al igual que lo hizo en la Ruta de Occitania, cumplió con las indicaciones al pie de la letra y dejó muy contentos a sus compañeros; mientras que Quintana tuvo una jornada sin contratiempos.
Con un esprint se resolvió la etapa y la joven promesa italiana Andrea Bagioli (Deceuninck-Quick Step) le arrebató la victoria a Primoz Roglic (Jumbo Visma), con un registro de 3:17:00.
Ese tiempo se le consignó a 76 ciclistas más, incluido Quintana en la posición 23. Por parte del Ineos, el colombiano Egan Bernal cerró en la casilla 14 y el británico Geraint Thomas lo hizo de 24.
Chris Froome terminó de 113, a 1:46; mientras que Amador cruzó la meta en el puesto 123, a 2:54.
La carrera. Roglic, el campeón de Eslovenia es sin duda uno de los favoritos de cara al próximo Tour de Francia que empezará en Niza dentro de tres semanas y él fue el encargado de prender los juegos pirotécnicos de forma inesperada.
Con astucia, sorprendió a un pelotón que esperaba una llegada masiva, pero con un ataque a falta de 1.500 metros para la meta alteró los planes y tomó desprevenido a más de uno.
El latigazo le funcionó para probar a sus rivales Egan Bernal y Geraint Thomas, quienes tuvieron una importante capacidad de reacción y respondieron a su ataque en un corto repecho, de 800 metros, al 7%.
Uno de los hombres que sí sufrió un poco con esa aceleración fue Froome, incapaz de seguirlo, de ahí que perdió tiempo.
Viene lo duro. El Tour de l’Ain comprende tres etapas y este sábado se correrá la segunda, con un poco más de exigencia.
Serán 140,5 kilómetros entre Lagnieu y Lélex Monts-Jura, con cinco subidas puntuables y una llegada picando para arriba.
En orden, los ciclistas deberán escalar Col de Montgriffon (de segunda categoría, con 12,5 kilómetros, al 4,1%); Col de Pézières (de tercera categoría, con 3,9 kilómetros, al 6,5%), Col de Cuvillat (de tercera categoría, con 3,4 kilómetros, al 7,4%), Côte de Giron (de segunda categoría, con 7,6 kilómetros, al 6,2%) y Col de Menthières (de 9,1 kilómetros, al 6,3%).
Para el domingo se disputará la última y más exigente etapa del Tour de l’Ain, con 144,5 kilómetros entre Saint-Vulbas y Grand Colombier. Habrá dos ascensos de primera categoría y la meta estará en la cima de un puerto de fuera de categoría.
Las exigencias del domingo son Montée de la Selle de Fromentelle (de primera categoría, con 11 kilómetros, al 8,5%); Col de la Biche (de primera categoría, con 6,4 kilómetros, al 8,9%) y Grand Colombier (de categoría especial, con 17,3 kilómetros, al 7,1%).