Nancy, Francia / AFP. La llegada masiva tuvo a Andrey Amador y compañeros del Movistar agazapados en el pelotón, en la víspera de la media montaña.
Los del Movistar, no tan aptos para las planicies, ni tan interesados en ellas, se limitaron este martes a ingresar a la meta en Nancy con el mismo tiempo del ganador.
Con un crometraje de 5 horas, nueve minutos y 20 segundos, Andrey ingresó en la posición 38 de un pelotón que incluía a Mikel Landa, Alejandro Valverde y demás integrantes de la escuadra telefónica, incluido, por supuesto Nairo Quintana, el mejor del equipo en la clasificación general, a 1:30 del líder.
Ellos apuestan por los ascensos, con inicio en la media montaña de este miércoles, dos subidas de segunda categoría, entre Saint-Dié-des-Vosges y Colmar, etapa de 175,5 kilómetros.
Comienza el terreno en el que técnico de Movistar, Eusebio Unzue, espera se cumpla su profecía: “este año el 80% del Tour se definirá en las montañas” y no como en las contrarreloj, como en el 75% de las ocasiones en la última década, según el diario español El País.
Decir lo contrario, sería admitir como duro golpe la prueba del domingo, donde Movistar finalizó en el puesto 17 de 22 equipos, cediendo 45 segundos con el Team Ineos, sublíder de esa segunda etapa, y con hombres que también se defienden en la montaña, como el colombiano Egan Bernal.
El escarabajo le saca 50 segundos a su compatriota, Nairo Quintana, y es el líder virtual del Tour si se excluyen del top ten los velocistas, esos que abandonarán los primeros lugares en los ascensos. No es el único escalador con ventaja sobre el capo de Movistar, como recuerdan pedalistas al estilo de Enric Mas (Quick Step), con 44 segundos de ventaja sobre Quinatana; Thibaut Pinot (Groupama), con 38; y Vincezo Nibali (Bahrain), con 29.
Mientras tanto, siguió la fiesta fue el equipo Deceuninck-Quick Step: el esprínter italiano Elia Viviani ganó la etapa y el francés Julian Alaphilippe conservó el maillot amarillo del Tour de Francia enfundado el lunes tras ganar la tercera etapa.
Para Viviani, que todavía no había ganado en el Tour, es su estreno. El campeón olímpico en pista en la categoría ómnium en Rio-2016 se llevó el esprint masivo que puso fin a esta etapa soleada de 213,5 kilómetros.
Si bien el italiano ya había sumado triunfos de etapa en el Giro de Italia y en la Vuelta a España, todavía le faltaba levantar los brazos en la ‘Grande Boucle’, donde debutó en 2014. Lo logró cinco años más tarde, convertido en un ciclista exitoso (74 victorias).
Anunciada su marcha al equipo Cofidis la próxima temporada, Viviani puso el broche al trabajo colectivo de su escuadra. El propio Alaphilippe se posicionó incluso al frente del pelotón cuando se pasó por la pancarta del último kilómetro, antes de que el danés Michael Morkov y el argentino Maximiliano Richeze lanzaran al italiano.
“Me faltaba esta victoria en el Tour. Era mi objetivo de la temporada. Quería ganar la primera etapa pero, cuando llegamos al Tour, no es fácil”, declaró Viviani, primer italiano en ganar en el Tour desde que lo consiguiera Fabio Aru en 2017 en La Planche des Belles Filles.
En esta etapa de transición, soleada, destacaron tres corredores, el suizo Michael Schär (CCC Team), el belga Frederik Backaert y el francés Yoann Offredo (Wanty), escapados desde el comienzo.
El trío estuvo controlado desde la distancia por un pelotón comandado por tres equipos (Lotto, Deceuninck, Jumbo) que solo dejaron un máximo de 3 minutos y medio de ventaja. Schär fue atrapado en la última cota, a 16 kilómetros de meta.
El galo Lilian Calmejane probó fortuna antes de los últimos 10 kilómetros, pero no pudo evitar que le cazara el grupo a falta de 6, anticipando un esprint masivo.