Alajuela. Con un queque en sus manos que le regaló la aerolínea donde viajó y en el cual se podía leer: ´"Felicidades campeona", la atleta Andrea Carolina Vargas regresó la noche del martes al país, luego de su participación en el Campeonato Mundial de Atletismo en Doha, Catar.
Después de ocupar el quinto lugar en la final del evento de los 100 metros con vallas, de la cita mundialista, donde implantó un récord centroamericano y nacional con un crono de 12 segundos y 64 centésimas (12:64), la puriscaleña tiene su mira puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Los tiempos y resultados de la atleta no son obra de la casualidad. En sus últimas tres temporadas ganó ocho kilos de masa muscular, perfeccionó el paso de las vallas y la reacción de su salida en las competencias, puntos que le permitieron robarle centésimas al reloj desde mayo del 2017, cuando encaró la temporada pensando en el ciclo olímpico.
“La verdad estoy muy contenta de haber roto tres récords nacionales. Yo me concentré en pasar las fases de la competencia, porque era muy duro. El Mundial para mí fue un ensayo para Tokio. Llegué como la número 12 del mundo y me voy como la número cinco”, explicó una orgullosa Vargas.
Para alcanzar estas metas la puriscaleña se sometió a arduos entrenamientos y una enorme planificación de su entrenadora y madre Dixiana Mena, que la llevaron a superarse y convertirla en la mejor vallista latinoamericana.
Cuando arrancó su campaña en 2017, de cara a los Juegos Centroamericanos de Managua, Nicaragua, en diciembre, la atleta logró en el campeonato nacional, realizado en mayo, un registro de 13 segundos y 59 centésimas (13:59).
Después de superar en cuatro oportunidades sus propios, números finalizó el 2017 con un crono de 13:12, con la cual ganó la medalla de oro de las justas del istmo, en una carrera que dominó de principio a fin. Ese año le bajó al reloj 47 centésimas.
Para el 2018 inició precisamente con el tiempo de 13:12 de las justas en Managua y paulatinamente junto a su entrenadora fue puliendo diversos detalles para sorprender en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla, Colombia, con un 12:90, conquistando la presea dorada en forma convincente.
También fue monarca Iberoamericana en Trujillo, Perú (13:01) y obtuvo el tercer lugar en el Torneo NACAC, en Toronto Canadá. Se superó en 22 centésimas ese año.
El 2019 Andrea lo afrontó con la meta de subir al podio en los Panamericanos de Lima 2019, por lo que sus prácticas estaban enfocadas en lograr allí su máxima curva de rendimiento. En la capital inca logró un crono de 12:75 que la clasificó a las semifinales de las justas y con el cual selló su boleto a los Juegos Olímpicos. Posteriormente en la final se coronó campeona con 12:82.
Finalmente en el Mundial vuelve a sorprender volviendo a quebrar sus propios registros. En dos días bate sus tiempos pasando de 12:75 a 12; 68 el sábado en las eliminatorias y en semifinales el domingo a 12:65, antes de ser quinta en Doha con 12:64, para cerrar la campaña siendo 26 centésimas más rápida.
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“Por los resultados sin duda es la mejor temporada de mi vida. Creo que no hay límites, debemos seguir entrenando y mejorando en el paso de las vallas. No sé hasta dónde voy a llegar, solo espero continuar entrenando fuerte con mi entrenadora (Dixiana Mena), quien ya tiene planificado nuestro arranque de temporada y cómo vamos a trabajar”, reiteró la puriscaleña.
La exigencia de la olimpiada hará que Andrea no descarte ir a Europa a competir, siempre y cuando sea necesario, pero su base de operaciones será en Oregón, Estados Unidos, donde viajará este lunes 14 de octubre junto a esposo José David Jiménez, quien recibió una oferta laboral, y su hija Avril.
“Vamos a Estados Unidos a concentrarme, la idea es empezar la temporada allá y competir. No descartamos viajar a Europa a algún evento, por alguna circunstancia especial, así como tomar parte de los Grand Prix en el Caribe, para ir tomando ritmo de competencia”, añadió Vargas.