Almagro, segundo favorito, se convirtió así en el primer español en coronarse sobre la arcilla de Gstaad desde que lo hiciera en 2002 su compatriota Alex Corretja.
Contrario a las expectativas previas, no hubo gran lucha en la final, básicamente por un fuerte dolor en el hombro de Gasquet, que impidió al sétimo favorito francés sacar con fuerza.
El primer set fue de todas formas parejo porque Almagro desaprovechó esa ventaja cometiendo numerosos errores no forzados. Pero en la segunda manga, el español ajustó su saque –convirtió 17 aces– y definió pronto la historia.
Con su título en Suiza, Almagro subirá dos peldaños en el ranquin, hasta el puesto 16.
“Hoy jugué con seguridad mi mejor tenis del último mes, y sobre todo saqué de una manera increíble”, afirmó el español quien alguna vez llegó a estar undécimo en el escalafón y espera pegar el zarpazo al top ten de aquí a fin de año.
Almagro disputará sobre el cemento de Toronto su próximo torneo del circuito, con la mente puesta ya en el US Open que arranca a fin de mes. Pero antes, el martes y el miércoles próximos, jugará un certamen de exhibición en Oviedo, con su compatriota David Ferrer, el argentino Juan Ignacio Chela y el ruso Igor Andreev.