El Heat fue la gran sorpresa del día en el cierre de periodo de canjes de la NBA. Los de Miami aterrizaron a Goran Dragic, la joya más cotizada del mercado, y revalidaron su esperanza de volver a una final de liga.
Goran, un base esloveno de 28 años de edad, llegó al sur de la Florida junto a su hermano Zoran, un escolta suplente.
Mientras que Phoenix recibió al alero Danny Granger y al centro Justin Hamilton.
Dragic había comentado públicamente que era infeliz en los Suns, donde sus números descendieron de 20,3 puntos por partido, en la campaña 2013-2014, a 16,2, en la actual temporada, y de 5,9 asistencias a 4,1.
Él se sumará a Chris Bosh y Dwyane Wade, parte del tridente que LeBron James abandonó en el verano para consolidar las opciones del Heat en play-off .
Para sustituirlo, los Suns recibieron al base Brandon Knigh, de los Bucks, en un intercambio de tres equipos que terminó con Michael Carter-Williams en Milwaukee y varias selecciones de draft en manos de los Sixers.
Phoenix también canjeó a otro armador, Isaiah Thomas, a los Celtics en otro pacto de tres equipos. Al desierto llegó el perímetral Marcus Thornton y a los Pistons el alero Tayshaun Prince.
Otro cambio que llamó la atención fue el regreso del veterano ala-pivote Kevin Garnett a los Wolves, el equipo que lo vio debutar hace 19 campañas. Los Nets buscaban bajar su onerosa nómina y lo consiguieron al canjear al Cuervo por Thaddeus Young.
Por su parte, los Blazers apuntalaron su rotación con la llegada del escolta Arron Afflalo, a cambio de tres jugadores y una selección de primera ronda del draft del 2016 para los Nuggets, un equipo que no se movió tanto como se esperaba en la previa.