En el mes de estreno de su película, Keylor Navas se da un doble baño de fe: en la gran pantalla para contar la versión de su propia vida y en el arco para callar a los de siempre.
Fuera seis semanas por lesión y reinstalado con la chapa de titular como corresponde, la legión del mal que lo adversa recargó energías y reactivó su campaña para sacarlo del Real.
A la lista de candidatos que se pasea cada vez que llueven los ataques se sumó ahora la joven figura del Athletic Bilbao, Kepa Arrizabalaga, un proyecto de buen arquero que no pasa de eso.
Insistir en tirar nombres para relevar a Keylor se ha vuelto un deleite para estos saboteadores del micrófono, la pantalla o la libreta,Insistir en tirar nombres para relevar a Keylor se ha vuelto un deleite para estos saboteadores del micrófono, la pantalla o la libreta con ataques manidos que fracasan en su objetivo de socavar la fe del tico.
Es una joda porque el Madrid sigue vivo en todo: la Liga, la Copa del Rey, la Champions e inclusive el Mundial de Clubes, un torneo de escaparate sin brillo, que ganó hace un año y sirve para darle de comer a la leyenda merengue.
Los 8 puntos que lo separan del Barcelona no son definitivos: ¿cuántas veces este par de gigantes del fútbol ibérico resignaron ventajas cómodas y terminaron por entregar la corona?
El Madrid no pelea más arriba por la sequía de sus goleadores, sobre todo Cristiano, quien cayó en uno de esos fosos de los que suele redimirse a punta de hincar guardametas cuando la Liga llama a definiciones.
En el otro torneo casero, la Copa del Rey, sigue en liza aunque hablamos de una presa menor entre sus trofeos -19-, si se compara con los 29 del Barcelona o los 24 del Athletic.
Así, ¿qué sentido tiene entonces inflar el error de Navas ante el Fuentelabrada, en aquel remate fortísimo que intentó contener cuando se imponía despejar de puños?
En la Champions el sueño está intacto: segundo detrás del Tottenham en su grupo firmó el pase a octavos final como segundo y va para adelante con la legítima aspiración de alzar la orejona en el nuevo Wanda Metropolitano del Aleti, el año entrante.
El Mundial de Clubes lo disputará la semana entrante y la cima de la Liga estará a tiro de piedra si el Barca se enreda ante equipos fáciles, como suele ocurrirle cuando se impone apretar el acelerador y alejarse.
La fe de Keylor asombra hasta la FIFA, como si de promover el estreno de su “peli” se tratara, pues esta semana en su portal le dedicó una nota que se resume en un párrafo medular.
“En sus 4 temporadas en el Real Madrid, si algo ha demostrado Keylor Navas es que es un tipo con las espaldas anchas y que no se rinde fácilmente…”.
Eso, estimados lectores, se llama tenerse fe.