El Paris Saint-Germain del costarricense Keylor Navas está lejos de brillar en los diferentes escenarios en los que se presenta, como en la campaña anterior, pero al menos maquilló un poco su temporada actual, tras conquistar la Copa de Francia. Este cetro le sirve para al menos no irse en blanco y le da algo de aliento en su sueño de ser tetracampeón de liga.
El PSG se impuso en la final 2 a 0 al Mónaco, rival que le hizo la vida imposible en este encuentro y demostró por qué es uno de los equipos que mejor juega en el torneo galo, donde es tercero a dos puntos de los parisinos (77 a 79). Ahora los de la capital francesa cruzan los dedos por un milagro en la Ligue 1, donde no tienen nada seguro para la última fecha.
Un tanto de Mauro Icardi y otro más de Kylian Mbappé sellaron un gane muy necesario para Navas y sus compañeros, luego de quedar fuera de la Champions League a manos del Manchester City (semifinales) y estar a las puertas de ceder su hegemonía de los últimos tres años en el país galo.
Para alcanzar el primer campeonato de este año futbolístico, Keylor no fue tan exigido como de costumbre y en esta ocasión tuvo un encuentro más tranquilo y sin participaciones tan determinantes.
El nacional apenas se vio forzado a cortar una pelota lejos de su área para evitar un contragolpe en la inicial, mientras que en la segunda parte desvió un centro que terminó por estrellarse en el horizontal. En total contabilizó dos tapadas, dio 36 pases precisos de 48 que intentó y registró 60 toques de pelota.
Más allá de esto, el registró del Halcón sigue creciendo en Europa, donde ya acumula 17 medallas de campeón. Incluso, es el futbolista de Concacaf con más títulos en el Viejo Continente.
Los títulos del costarricense se dividen en: cuatro Mundiales de Clubes (Real Madrid), tres Champions League (Real Madrid), tres Supercopas de Europa (Real Madrid), una Liga Española (Real Madrid), una Supercopa de España (Real Madrid), una Ligue 1 (PSG), dos Copas de Francia (PSG), una Copa de la Liga (PSG) y una Supercopa de Francia (PSG).
“Las finales se ganan, no se juegan. El grupo fue profesional, estoy contento por el club, los jugadores y los aficionados que no pudieron estar aquí. Estoy contento porque mi último partido en el Stade de France fue la final de Copa perdida en 2003”, afirmó el técnico argentino Mauricio Pochettino.
Por el milagro
Con el trofeo de la Copa de Francia en las vitrinas, ahora las energías del PSG se centran en el choque del próximo domingo ante Brest (1 p. m.), donde necesitan sí o sí ganar y que el Lille, líder con 80 unidades pierda con el Angers (puesto 12).
Los parisinos son los escoltas con 79 puntos y aunque la diferencia de goles es favorable para ellos (+56 contra +40) lo que define ante una igualdad al cierre de la temporada es el duelo particular.
Los parisinos no pudieron con el Lille en toda la campaña y terminaron por caer en uno de los enfrentamientos directos y empatar en el otro.
De no darse este resultado no habrá forma de que el meta nacional repita y levante el trofeo de la liga local.
La campaña actual de los de la capital francesa es muy diferente a la anterior, en la que conquistaron la Ligue 1, se dejaron la Copa y llegaron a la final de la Champions League.