Hace casi siete años, cuando Allan Cruz era un adolescente de 16, su vida dio un giro de 180 grados. El volante emprendió una aventura de Villarreal de Santa Cruz, Guanacaste, hasta Coronado, y las puertas del fútbol se le abrieron.
Comenzó una nueva vida en la capital y logró despuntar como futbolista. Hoy está a una firma de convertirse en legionario.
Para eso el futbolista viajó este martes hacia Cincinnati, en Estados Unidos, donde hará pruebas médicas y firmará con el equipo de esa ciudad, en la Major League Soccer (MLS).
Con nervios y felicidad evidente, Cruz espera que se pueda acomodar de forma tan sencilla como le resultó hace siete años en San José.
“Lo tomo con calma, pero emocionado. Siento que antes, cuando llegué a San José, no me costó adaptarme, creo que es casi lo mismo, espero adaptarme fácil al equipo y la ciudad”, comentó Cruz minutos antes de tomar el vuelo a la ciudad de Ohio.
En ese proceso para aclimatarse tendrá a su lado al tico Kendall Waston, quien en diciembre firmó con este club.
“He hablado estos días con él, me ha aconsejado mucho y me dijo que me estaba esperando. Me va a ayudar mucho, es bueno tener un costarricense ahí”, comentó.
El contrato de Allan será por tres años, lo que aún no está definido es si se integrará en febrero o hasta mayo, pues en Herediano desean que dispute el Clausura 2019. Esto se definirá en los próximos días, según comentó el representante del futbolista, Kurt Morsink.
“Eso está en veremos, Herediano tiene sus pretensiones y Cinccinati las suyas. Lo vamos a tratar de resolver, es viable para Herediano obviamente, pero para Cincinati no tanto, eso es parte de lo que tenemos que resolver", mencionó.
Lo que es un hecho es que la joya de casi 23 años cumplió un anhelo y debió debatirse entre opciones de México, Suramérica y Europa, pero no llenaron las expectativas económicas del Team y del jugador.
“Conseguimos un club que estaba dispuesto a abrirle las puertas a Allan para cuando vaya a ir a un equipo importante de Europa; ellos están conscientes de eso”, agregó Morsink.
Antes de viajar, al mediocampista le costó conciliar el sueño mientras esperaba la oportunidad que tanto deseó.
“Es un sueño que estoy cumpliendo. Me falta mucho por aprender y mejorar, pero voy paso a paso. Mi familia siempre ha sido humilde, me han enseñado ir por buenos pasos, no agrandarme de nada por lo que me está pasando en este momento”, concluyó.