Alexandre Guimaraes siente la adrenalina al afrontar el enorme reto del América de Cali

El técnico habló con La Nación sobre sus sensaciones de cara a la temporada en Colombia, que se inicia el domingo, y aseguró convivir al máximo con la presión que exige estar al mando de un club histórico del fútbol cafetero

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El entrenador costarricense Alexandre Guimaraes ya palpita su debut oficial como entrenador del América de Cali de Colombia. El timonel habló con La Nación sobre sus sensaciones en esta nueva aventura y la ilusión que siente de cara al debut del próximo domingo a las 4:30 p. m. frente a Alianza Petrolera.

Guimaraes recalcó que es consciente de la responsabilidad que tiene como timonel del 13 veces campeón cafetero. Además aseguró que sabe de las ganas que tienen los seguidores del club por alzar un cetro, ya que desde 2008 no consiguen la copa.

Los diablos rojos de Colombia son una de las instituciones más históricas de Colombia al tener 19 participaciones en la Copa Libertadores de América; ante esto, el exseleccionador de Costa Rica no escondió su hambre por llevar al club a esas alturas nuevamente y también recalcó que no se achica ante el reto.

—¿Cómo analiza las primeras tres semanas al mando del América de Cali?

Desde que llegamos no hemos parado, porque había que ganar tiempo, meter el pie en el acelerador. Las dos semanas en Cali presentamos una metodología diferente para ellos con doble sesiones y los resultados en los juegos de preparación en Miami fue bastante bueno, siento que los jugadores asimilaron las cargas de trabajo, asimilaron bien los conceptos de juego que estamos tratando de proponer; eso a todo el mundo dio más confianza para arrancar la semana previa al torneo con buenas sensaciones.

—¿Qué significa este reto en la carrera de Guimaraes, después de dirigir en mundiales, China, México, la India...?

El reto es enorme porque este es un club con una historia grandísima y eso lo pude ver cuando estuvimos en Estados Unidos. También cuando se dio el nombramiento mucha gente de otros lados del mundo que conozco me contactó y me reconoció que llegaba a un club con mucha historia y eso uno lo palpa en el día a día con el aficionado, con una sed de volver a ganar campeonatos y contagiar a los demás. Eso sí que me ha llamado la atención, porque como se dice una cosa es verla venir y otra es bailar con ella. Eso uno lo ha ido constatando, pero también el rodaje que uno tiene le permite afrontar este reto que es uno de los más desafiantes de mi carrera. Estoy tranquilo y con paz sabiendo que lo que se hace hasta ahora da buenas sensaciones.

—¿Dónde siente que ha marcado diferencia para que sus jugadores se sientan conformes en tan poco tiempo? Además, la prensa ha declarado que su idea es muy llamativa.

Nosotros creemos que con este plantel podemos aplicar un poco algunas cosas que hice en China como funcionamiento y que tuvo una adaptación cuando tomé el equipo en la India y que ahora producto de esas experiencias, teniendo los perfiles, lo estamos aplicando. La respuesta de los jugadores ha sido muy buena. Siento que la metodología de entrenamiento la hemos cambiado y ha recibido muy buena respuesta en la planilla.

—¿En el planteamiento táctico hay novedades?

Digamos, hay modificaciones en el concepto de la transformación del parado; por ejemplo, cuando se dan las transiciones defensa-ataque o viceversa. Eso sí lo he notado, y ha llamado la atención.

—¿Cuánto valora esa sensación de competitividad? Llega a un fútbol que está en curva hacia el alza como el colombiano.

El hecho de venir era precisamente sentir este tipo de sensaciones y exigencias y eso sí lo percibo porque además se está entrando en un fútbol competitivo, en un país donde se exportan técnicos. La demanda de entrenadores colombianos a nivel internacional es mucha y no es fácil entrar acá cuando hay esa cantidad de técnicos importantes. Lo constato y veo que hay que mostrar lo que uno sabe para quedarse o dar otro salto más.

—Tocando ese punto, los técnicos colombianos son buscados por todo el orbe. ¿Cómo marcar diferencia ante una escuela tan fuerte?

Mostrando lo que hemos insinuado, mostrando cuál es la idea que uno quiere y siente para el fútbol y eso es muy importante porque es lo que el medio exige. El medio exige siempre y le pasa igual al jugador que va como legionario; hay que mostrar algo diferente para que la gente que ve tu trabajo note esa óptica diferente. El rodaje que tengo me permite saber lo que el medio me va a exigir.

—Su idea siempre se basa en la posesión y fútbol ofensivo. ¿Esa será la propuesta en Colombia?

La intención va por ahí sabiendo que el juego es dinámico. Además, a veces tener el 90% de posesión no te da nada. A veces hay que defender un poco más. Lo que he ido aprendiendo es que hay que estar abierto al dinamismo; las transiciones son los primordiales.

—Prácticamente describió a su hijo, Celso, en la última respuesta...

Bueno, pero a él no me lo puedo traer (risas).