Javier Delgado rompe el silencio sobre su despido y hace revelaciones sobre la salida de Hernán Torres

¿Qué pasó entre Agustín Lleida y Hernán Torres? ¿Cuánto pesó su criterio en la contratación de Esteban Alvarado y Marco Ureña? ¿Quedó Alajuelense con problemas económicos tras la no clasificación?

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Javier Delgado es un tipo de fútbol. Sabe que en ocasiones el hilo se corta por lo más fino. Se toma su despido como gerente de Alajuelense con calma. "Es parte del fútbol y la vida". Dice no compartir la determinación, pero la respeta.

Javier Delgado no es un tipo polémico. Aquí retrata su verdad, su versión luego de ser la primera baja en la nueva reestructuración rojinegra.

En esta entrevista contesta preguntas directas y revela que sí existieron discrepancias entre Hernán Torres y Agustín Lleida.

¿Qué opina de su salida como gerente deportivo de Alajuelense?

Fue una decisión de la Junta Directiva. Obviamente, uno pensaba que se podía continuar. Ya se estaba planeando el siguiente torneo, pero ellos analizaron y tomaron su decisión.

¿Siente que el hilo se corta por lo más delgado: los resultados no se dieron y se fue el gerente deportivo?

Yo tuve muy claro que la responsabilidad siempre existe. Todo cargo que uno ocupe tiene responsabilidad, más en este que es en la parte deportiva. Yo escuché a don Hernán Torres en una conferencia en la que todavía estaba como técnico de la Liga decir que todos teníamos cuota de responsabilidad.

"Es parte del fútbol y la vida. Esas decisiones que aveces uno no comparte, pero tiene que respetar. Así como uno se alegró cuando lo buscaron para ponerlo en esa posición, uno entiende que cuando no se dan los resultados se comiencen a buscar causas, razones o motivos y en esta situación yo fui el señalado y yo fui el que pagó esas consecuencias".

En el tema de los fichajes bomba de Marco Ureña y Esteban Alvarado se dice que estos fueron impuestos por la directiva y tal vez no pasaron su filtro. ¿Eso es así?

El presidente Fernando Ocampo lo explicó muy bien en ambos casos; él venía desde tiempo atrás, antes de que yo llegara con los contactos, con las consultas, sobre la situación de Esteban y lo mismo con Ureña.

“Había una comunicación desde antes con ellos, ahí es donde en su momento a mí se me hace la consulta en la parte deportiva y yo di mi parecer. En la parte contractual o económica, yo no tuve nada que ver en ambos casos. En la parte deportiva yo di mi recomendación”.

¿Esa recomendación fue de traerlos?

Sí, en los dos casos sí. En el de Esteban la argumentación mía era que quería ponerle competencia a Patrick Pemberton, porque en su contrato tiene la posibilidad de que si le sale una oferta afuera puede irse sin ningún problema, entonces en el caso de que Patrick tuviera una posibilidad de salir así, tener un portero de las condiciones de Esteban Alvarado era importante. Al principio, se dio lo que esperábamos, Patrick tuvo un gran rendimiento. Luego con lo que sucedió, que ni con una bolita de cristal se podría saber, la situación fue por otro rumbo.

De nuevo comienza otro proceso en Alajuelense, con los constantes cambios de cuerpo técnico y jugadores. ¿Es más fácil o más difícil alcanzar el éxito?

El fútbol es tan enigmático, tan amplio, tan raro aveces; cuando usted menos lo piensa, una situación bien planificada no da los resultados posibles. O al revés: en las cosas apresuradas se logra el objetivo. Yo lo que hablé desde el primer día que me reuní es que yo quería darle estabilidad a una parte que se estaba moviendo demasiado, que era la de técnico y jugadores, salían ocho y entraban ocho, yo quería darle estabilidad a la planilla y cuerpo técnico.

“Ya lo de Nicolás Dos Santos había pasado. Yo sí ya tuve que ver con el movimiento de Nicolás y la llegada de Luis Diego Arnáez; mi pensamiento es que Arnáez estuviera mucho tiempo, pero la consigna nuestra era estabilizar un plantel de jugadores”.

Agustín Lleida habla de cuidar las finanzas y que no vendrán fichajes bomba. También dice que el nuevo cuerpo técnico es más barato que el anterior. ¿Está mal la Liga económicamente?

No es que está mal, es que la no clasificación a la ronda final golpea, la inversión que se hizo fue para tener un equipo competitivo. Aquí yo defiendo lo que muchos han criticado que la planilla estaba mal balanceada, cuando presentamos el equipo completo y los expertos en fútbol, en periódicos, en programas de televisión llegamos a la misma conclusión: era un equipo competitivo para pelear por los primeros lugares. Luego se dieron las lesiones.

“Yo creo que la inversión que se hizo fue tener un equipo competitivo, los resultados no se dieron, la parte económica quedó golpeada porque una etapa como la que se vive ahora tiene buenos ingresos”.

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Cómo se enteró de su despido, porque la prensa manejaba que antes del juego ante Pérez Zeledón su cargo se analizó. Luego, antes del partido contra Guadalupe ya la prensa informó de su destitución....

A mí me decían los rumores de mi despido y usted sabe que los rumores tienen un 50% de verdad y otro 50% de especulación. A mí nadie me dijo esa situación.

“Eso se fraguó tiempo antes, hubo cosas antes, movimientos desde antes, lo que pasa es que yo me tengo que regir por la posición oficial. Si yo me dejo llevar por rumores, yo ando viendo fantasmas por todo lado en la parte profesional. Ya luego que hayan sido ciertos o no, pareciera que sí, pero el punto donde ya yo vi que era la situación así, es cuando se da lo de Hernán Torres, cuando él manifiesta que él seguiría en el equipo si se da mi continuidad y entonces ya se empieza a tambalear el asunto”.

“Luego se da mi destitución, él (Hernán Torres) tiene la parte de ética muy bien impregnada; él me había dado su palabra y un sector de la dirigencia sabía que si ponían a Agustín Lleida en el puesto, Hernán Torres no iba a aceptar. La dirigencia lo sabía”.

Se dice que la relación entre Hernán Torres y Agustín Lleida no era buena. Si la directiva sabía eso, es decir, no sería una renuncia de Torres, sería una invitación a que no siguiera...

Así es. Como usted lo está diciendo. Ellos sabían. Lo invitaron a no seguir, ellos sabían que si nombraban a Agustín, Torres no iba a seguir. Eso lo sabían al menos dos dirigentes. No sé, pareciera que ellos valoraron más la parte de Agustín.

¿Esos dos directivos tienen tanto peso en la dirgencia?

Es muy relativo, a veces uno esas cosas no las puede medir tanto. Cuando yo estuve en sesiones de Junta Directiva yo iba a dar informe deportivo y a las consultas que habían. Uno no está en el transfondo, al final de cuentas. Lo que pesó fue que prefirieron que estuviera Agustin y no Hernán Torres.

Pero, ¿cuál era la situación con Agustín Lleida y Hernán Torres? Por jerarquía uno diría que tiene más peso el director técnico del primer equipo o el gerente deportivo que el director de liga menor.

Lo que pasa es que hubo unas situaciones con jugadores de alto rendimiento que por la situación del primer equipo son totalmente entendibles. Se tenían pocos jugadores y Hernán pedía futbolistas de alto rendimiento y hubo ahí algunas desavenencias con el préstamo de jugadores que eso yo nunca lo entendí y siempre lo exigí.

“La prioridad era el primer equipo, no es que no me interesa que el alto rendimiento tenga buenos resultados, es que este es un proceso de aprendizaje, es que es un proceso y los jugadores estaban con la Primera División, estaban siendo tomados en cuenta, debutaron cuatro o cinco muchachos. Don Hernán se sintió incómodo de que la colaboración no era fluida, estábamos dentro del mismo club, no era algo de un favor, no era que estábamos en otro equipo, éramos de los mismos”.

¿Pero cuál era la posición de Agustín sobre este tema?

En algunos momentos se pidieron jugadores y por "a" o por "b" no llegaban; por ejemplo, el Viernes Santo yo tuve que ir con otro funcionario de la Liga a buscar unos carnés de algunos futbolistas para completar la banca contra Herediano, cosas que no deben suceder en un club. El entrenador de Primera o el gerente deportivo del club dice estos vienen con la Primera y punto, pero había ese tipo de situación de que el alto rendimiento no sacaba buenos resultados y casi no había jugadores, pero hay prioridades, en ese momento era tratar de sacar buenos resultados en Primera y tratar de clasificar.

¿Cuánto poder tiene o tenía Agustín en ese momento para llevar la contraria al entrenador y al gerente deportivo siendo él director de Liga Menor?

No, los pedidos o las órdenes se cumplían, pero no era fluida la situación. Eso indispuso y molestó al profesor Torres.

¿Usted abogó porque Hernán Torres continuara?

Mi idea era que se quedara Hernán Torres, eso lo hablamos desde mes y medio antes de que finalizara el torneo. Ahí fue donde salió la posibilidad de Santa Fe, se le había hecho una oferta, yo hablé con él, al final hicimos muy buena química y él me manifestó que si se daban las condiciones que él pedía se quedaba hasta diciembre sin problema.

¿Le parece raro ahora el nuevo proceso con un técnico desconocido como Andrés Carevic?

Eso es muy relativo, porque aquí han llegado en la historia de la Liga entrenadores poco conocidos y otros con mucho cartel. Me acuerdo cuando llegó Badú, era desconocido en el medio y llegó en una buena camada de jugadores y logró lo que logró. En el fútbol eso es muy relativo, se puede traer al entrenador más renombrado e inmediatamente hace click y se logran los objetivos. Eso solo el tiempo lo va a decir.

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¿Usted se va tranquilo de su cargo?

Sí, esa ha sido mi característica, cuando llego a un lugar lo hago con ilusión, cuando me voy, me voy agradecido, hice buena química con todos, a uno le duele dejar las cosas en un tiempo como este con tanta cosa cultivada, los resultados no se dieron, cuando no se dan hay consecuencias y las consecuencias me tocaron mayormente a mí.

“Nunca eludí la responsabilidad, ¿quién es el responsable de la parte deportiva? Javier Delgado. Yo me voy tranquilo, yo sigo mi camino, me quedo con las cosas positivas que durante 16 meses viví en Liga Deportiva Alajuelense, el camino sigue”.