Wílmer López se sometió a la operación de cadera que postergó varias veces por amor a Alajuelense

Después de acompañar a la Liga en su último juego de la cuadrangular, el Pato se practicó este lunes la cirugía que tanto necesitaba

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Wílmer López era uno de los personeros de Alajuelense que estaban este domingo frente al televisor en la puerta del camerino visitante en el Estadio Ricardo Saprissa.

La Liga empataba 1-1 con los morados y necesitaba un gol para avanzar a la final de este Clausura 2018.

Corría el 85' y el Pato estaba muy tenso, al lado de Cristian Oviedo y en esos minutos finales se llevó las manos a la cabeza en varias ocasiones.

Aquel gol no cayó y su rostro reflejaba la desazón y el sentir de la afición rojinegra, porque la Liga ya acumula nueve torneos cortos sin ser campeón.

Eso era lo que al Pato le importaba más en ese momento y que le dolía más que las propias molestias con las que ha tenido que lidiar desde que le diagnosticaron un desgaste en la cadera.

Al salir del estadio y ya con el equipo de vacaciones, López cayó en cuenta de lo que venía para él.

Tenía que madrugar, porque a primera hora tenía la cita para someterse a la operación de cadera que postergó en varias ocasiones por amor a la Liga.

El Pato trató de mantener en discreción ese problema de salud que lo aquejaba y que le molestaba.

Ya había tomado la decisión de operarse, pero el pasado 21 de agosto, cuando Alajuelense destituyó a Benito Floro y lo nombró como técnico, él aceptó el cargo que le ofreció el presidente de la Liga, Fernando Ocampo, aunque eso significara aplazar los planes de cirugía.

"Ahí donde lo ven lo teníamos a punto para hacerle un trasplante de cadera y por eso lo ven renqueando, ha aceptado que lo pospongamos un poquito, siempre hay que operarlo porque hay que cambiarle una cadera", dijo aquel día el jerarca del club.

Cuando Ocampo reveló ese secreto que López se tenía tan guardado y que era la razón por la que en los partidos de homenaje de Jozef Miso o de estrellas legendarias, él no jugaba.

Después de aquellas palabras del presidente, el Pato habló por primera vez públicamente de esa lesión que arrastraba desde años, que se agravaba con el paso del tiempo y por la que este lunes ingresó al quirófano.

"El aficionado sabe que uno es liguista de corazón y que por la Liga si la vida hay que darla, la da, de eso no cabe ninguna duda; he tenido algunos problemillas en la cadera, pero primero está la institución", mencionó López en ese momento.

Todo salió bien. Wílmer López ya está operado y la cirugía fue un éxito.

Así lo confirmó su primogénito, quien lleva el mismo nombre del ídolo liguista.

Contó que su papá siempre ha sido muy reservado con respecto a ese tema del problema en la cadera y que no quería preocupar a amigos y familiares.

Por eso decidió que muy pocas personas supieran que este lunes era el día de la cirugía.

"Él tenía un desgaste severo en la cadera y le hicieron un trasplante, le pusieron una prótesis y está estable, salió bien de la operación. Lo operó el INS, pero lo principal es que él está bien", mencionó el hijo mayor del Pato.

Y agregó: "El problema es que él ya no tenía cadera, ya estaba hueso con hueso y se desgastaban más por el roce que estuvo teniendo y mi papá la pasaba bastante mal, era un dolor bastante fuerte".

La cirugía se efectuó en el Hospital del Trauma y tuvo una duración de cinco horas.

En el procedimiento, le colocaron una prótesis que sirve como reemplazo de la cabeza del fémur y según detalla Alajuelense, al operarlo, detectaron que otros tejidos de la articulación estaban dañados.

Wílmer López hijo recordó que después de que su papá postergó el plan de operarse cuando relevó a Benito Floro, hubo otro momento en el que lo hizo de nuevo.

"Él tenía que operarse en enero, pero en eso, la Liga trajo al entrenador uruguayo, no Nicolás dos Santos, sino el otro señor que habían contratado (Rubén Israel) y él le dijo que no se operara porque él lo necesitaba que lo ayudara con todo el manejo del equipo, porque venía nuevo y necesitaba de él", recordó.

De nuevo, el Pato accedió, por amor a la Liga.

"Mi papá perdió la cita para la operación y a la semana siguiente se fue ese entrenador, entonces fue un poco como chocante esa situación, pero ya le salió la operación y todo fue un éxito".

Al principio, el exvolante rojinegro no se quería operar y más que miedo por la cirugía, la razón de fondo era que no quería dejar a Alajuelense, porque él sentía que el equipo lo necesitaba.

"La gente a veces no entiende el amor que él le tiene a la institución, inclusive, por encima de su salud. Él se operó este lunes porque si no agarraba esa cita, creo que ya tenía que esperar mucho tiempo más y ciertamente ya no estaba en el banquillo en los últimos partidos", citó.

Si la Liga hubiese clasificado, lo que restaba era una semana más para que se acabara la temporada, pero el equipo no avanzó a la final.

"Viene un receso largo con esto del Mundial y era como el momento ideal para que se operara , pero no quería hacerlo, porque no quería dejar a la Liga en la situación en la que estaba y él puso al equipo por encima de su situación de salud".

El hijo del Pato considera que su papá es todo un ejemplo para el liguismo.

"A todos nos transmite la enseñanza de que cuando usted quiere algo y realmente ama lo que hace, usted tiene que estar dispuesto a darlo todo y entregarlo todo, eso para mí es de admirar. A veces no se reconoce como debería, a él le achacan cosas, pero uno sabe los sacrificios y las situaciones que él estuvo pasando y no abandonó el barco. Él demuestra una enseñanza de vida", finalizó.

Wílmer López deberá guardar reposo total durante un mes; luego vendrá el proceso de recuperación.

El Pato está optimista, sabe que lo más difícil ya pasó.