Durante dos años Wálter Centeno ha enfrentado varios y fuertes cuestionamientos por el rendimiento del Saprissa.
En cada torneo nacional o internacional debió lidiar, al menos, con una época difícil. Goleadas, seguidilla de partidos sin ganar, pérdida de títulos o mal funcionamiento del equipo.
Al estratega le ha tocado vivir con todo tipo de señalamientos, pero es fiel a su estilo al momento de responder y dar sus explicaciones.
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Si bien el Paté ahora es más mesurado y normalmente da crédito al rival, cuando la pasa mal esas palabras de tranquilidad comienzan a impacientar a la afición morada.
Basta con ver las redes sociales del club, donde últimamente muchos cuestionan la labor del entrenador y el equipo en general.
Centeno está acostumbrado a “echarse” encima la responsabilidad. Su personalidad le hace sencillo tomar esa postura, pero las explicaciones sobre el trabajo de sus dirigidos quedan cortas.
“Estamos en un momento duro y tenemos que ser conscientes de que se debe mantener la calma, pero con muchas cosas por mejorar. Los muchachos lo saben. La presión recae sobre mi, consciente de que con la planilla que tenemos vamos a salir adelante. Me preocuparía si no hubiésemos jugado bien, pero hicimos cosas importantes”, dijo tras empatar 2-2 contra el Jicaral el sábado anterior.
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Calma para ver la evolución del trabajo y confianza en el juego o la idea, probablemente esas sean las dos versiones más conocidas en las conferencias del Paté.
En algunos momentos el tiempo le ha dado la razón, en otros no. Por ejemplo, cuando asumió la dirección técnica de la S pasaron 20 días y sufrió su primera goleada (5-1) ante Tigres.
Era muy temprano para analizarlo a él y a su equipo, pero desde ese momento prometió lo que el futuro le depararía al Saprissa.
“Esto nos marca hacia dónde vamos. Ya se están dando pinceladas de cómo quiero que juegue este equipo. Vamos a seguir trabajando en nuestra propuesta. Por dicha se están dando pinceladas importantes de lo que quiero, el tiempo me dará la razón”.
Al menos en ese primer año no se la dio, porque menos de un mes después Santos también le ganó con marcador abultado, esta vez de 5-3.
Pero desde su punto de vista, ese 31 de marzo Saprissa solo tuvo errores puntuales.
“No hemos sufrido mucho. Esto no se trata de defensa.. No hay tanto desequilibrio, sino que estamos en ese momento en que no hacemos goles arriba y en cualquier momento somos vulnerables; por eso lo ven así”, dijo al cuestionarse la zaga.
Esas palabras muestran que desde sus primeros meses Paté ha pasado penurias en defensa.
También pasó por la etapa de darle poco crédito al rival. Así sucedió cuando perdió la posibilidad de extender la serie ante San Carlos, equipo que finalmente se coronó campeón en el Clausura 2019.
“Ganaron, llamémoslo, no bien. La verdad que nosotros no anotamos las opciones. Creo que hicimos un gran cierre. Yo tenía tiempo de no ver a un perdedor que juegue mejor que el campeón; tenía tiempos”.
El certamen siguiente fue, tal vez, el de mayor crisis. Aparecieron otra vez los marcadores abultados, siendo el 2-5 ante Alajuelense recordado como el peor.
Reconoció la evidente superioridad de la Liga y llamó a la calma, “a no perder la cabeza”.
En ese momento las preguntas ya iban dirigidas a cuestionar su puesto en el club.
“Si hay que buscar un responsable voy a ser yo. Cuando se pierde el culpable soy yo. Hablemos de cosas concretas y no de supuestos. Aquí estoy y asumo la responsabilidad yo. No pensemos en el futuro y aterricemos en el presente. Aquí está el momento para cuestionarme. Yo soy consciente de que son una afición exigente y no me va a permitir muchas cosas”.
En las semifinales de ese Apertura 2019 volvió a tragar grueso cuando Herediano le ganó en penales la semifinal.
Su posición fue igual: prometió algo “grande” para el futuro.
“Cuando uno está en el fútbol está anuente a llevarse golpes, que a veces no merece. Todas las adversidades a Centeno lo fortalecen. Si creyeron que iba a salir con la cabeza baja... ¡no! Saprissa nos enseñó a salir con la cabeza en alto. (...) El equipo ha evolucionado. Hemos ido creciendo. Me ha tocado perder, lo acepto. Estoy confiado que para este Saprissa viene algo mejor y por qué no el Mundial de Clubes”.
Sí llegó el título nacional y eso apaciguó las aguas en el convulso 2020, al menos durante la mitad del año.
Saprissa fue un equipo más regular, cesaron los dardos constantes hacia Paté, quien aún se ha quedado lejos de avanzar en el torneo mayor de Concacaf.
En febrero quedó eliminado ante el Montreal Impact de la MLS. El consuelo del técnico se basó en el estilo de juego.
“Estamos contentos por la evolución futbolística, es un equipo que sabe a lo que juega e impone las condiciones indistintamente de donde juega”, afirmó en ese momento.
El proceso que tanto ha defendido él y la institución tomó un aire, el que solo dan los cetros. Sin embargo, el cierre del 2020 fue todo lo contrario.
Después de ganar la estrella 35, comenzó una crisis que alborotó Herediano y solo los triunfos la podrán apagar en este 2021.
Paté resaltó otra vez, y también recordó, que este equipo morado ha trabajado en “muchas áreas” para mejorar y “vamos a seguirlo haciendo”. Además, se fijó en otros equipos para explicar el rendimiento del suyo.
“Si bien es cierto no ha habido un bicampeonato, a nivel de otros clubes siempre ha habido un cambio y entonces si a mí no me avalan imagínese a otros, verdad. Lo importante es seguir el camino que hemos venido estructurando aquí en Saprissa y hasta el momento vamos a seguir trabajando”.
De nuevo, solo el tiempo le dará o no la razón.