Jonathan McDonald y Marco Madrigal tienen un duelo particular en penales en este torneo que va 1-1, al igual que la serie semifinal entre Alajuelense y San Carlos.
Uno con la pelota colocada en el manchón blanco y el otro esperando la ejecución desde la portería. Uno intenta convertir en gol la pena máxima y el otro tiene la misión de evitarlo.
La primera vez ocurrió en la fecha 8, el miércoles 5 de setiembre, en el Estadio Carlos Ugalde, justo el día en que los norteños vencieron a los rojinegros por 2-1.
Aquel día, el goleador de los manudos falló en la ejecución o el arquero de San Carlos adivinó la intención y le desvió el disparo.
Por la forma en la que lo cobró, daba la impresión de que el liguista estaba indeciso de cómo tirarlo y de último momento, se inclinó por hacerlo diferente. Todo eso es algo que ocurre en cuestión de segundos.
El domingo, durante el juego de ida de las semifinales entre Liga Deportiva Alajuelense y San Carlos, el defensor norteño Rudy Dawson derribó en el área a Jonathan Moya y el árbitro Cristian Rodríguez sancionó el penal.
El encargado de cobrarlo era Mac, en lo que podía verse como la revancha después de lo ocurrido aquella vez en ese mismo escenario.
Esta vez, el atacante no falló, tomó impulso, esperó y con su botín derecho lo hizo a la segura. En esta ocasión quien admitió que se equivocó fue el guardameta de San Carlos.
“Los penales me gustan, me apasiona, me llena de adrenalina y esta vez no me salí con la mía, como se dice. Dudé al final, me iba a tirar al lado que lo tiró Mac y al puro final lo cambié, fue un instinto que me dijo que lo hiciera así pero no es excusa. Él tiró bien, aprovecharon la opción y seguimos trabajando”, manifestó Madrigal.
El partido de vuelta en la semifinal entre manudos y norteños será este miércoles, a partir de las 8:05 p. m., en el Morera Soto.
Según reportó Alajuelense este lunes a las 4 p. m., ya se había vendido el 50% de las entradas disponibles para ese encuentro definitivo que depara un boleto a la final.