(Video) Hernán Torres amarra literalmente con mecate a sus defensas para sincronizarlos

Un mecate funciona como una herramienta útil y práctica para ordenar y coordinar la línea de cuatro. Este martes, el entrenamiento de la Liga duró casi tres horas

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“Nuestro estilo es fácil, no requiere de mucha complejidad, no hemos tenido el tiempo, pero lo han asimilado muy bien”, manifestó Hernán Torres el domingo pasado, tras el triunfo de Alajuelense (3-0) a domicilio contra Guadalupe.

Después del lunes libre, Liga Deportiva Alajuelense comenzó la primera semana larga de trabajo con el estratega colombiano, quien abrió las puertas de una práctica que duró casi tres horas en el Centro de Alto Rendimiento en Turrúcares.

La sesión se inició con un trabajo de fuerza para ayudar a optimizar el rendimiento en el campo, a cargo del preparador físico Alejandro Guzmán; mientras que los porteros estaban en el marco, haciendo movimientos con pelota, con Wardy Alfaro.

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Tras unos cuarenta minutos de labores físicas, los jugadores pasaron al centro de la cancha. Ahí se les explicó que a partir de ese momento, la práctica se volvía 100% táctica y que los defensas iban con Torres; mientras que el resto de jugadores haría movimientos específicos ofensivos con el asistente Carlos Salazar.

Al fondo estaban los zagueros y para ordenar esa línea de cuatro, el entrenador los amarró literalmente con una cuerda.

Henry Figueroa, José Miguel Cubero, Porfirio López y Allan Miranda estaban atados y el técnico con un silbato les daba la indicación de hacia dónde debían correr.

“El profe tiene unos parámetros tácticos y ese lazo lo que hace es educarlos en forma analítica en ese momento, que empiezan a repetir y a repetir para que se mecanice el hábito y que cuando se logre se haga más fácil ya en la acción de juego. Eso es ‘made in’ profe Hernán Torres; ya es un modelo y un estilo que él trae”, manifestó el preparador físico Alejandro Guzmán, quien desde hace once años es una de las manos derechas del estratega.

Cuando terminó con ellos, los siguientes en pasar por la cuerda fueron José Andrés Salvatierra, Kenner Gutiérrez, Esteban Marín y el argentino Facundo Zabala.

“Es bastante intenso, nos ayuda mucho, es bueno trabajar esos conceptos básicos en la línea defensiva, así uno llega al partido y lo hace automatizado, entonces el trabajo es intenso, fuerte, pero se sale satisfecho porque se hace un buen trabajo. Se siente una resistencia, entonces cuesta, pero el mecate es para mantener las distancias en la línea defensiva y tener buena coordinación”, indicó Esteban Marín.

Fueron muchas repeticiones y con ese mecate, quien hace mal el movimiento es jalado por los demás que van en el sentido correcto.

“Se lo llevan en banda a uno (ríe...) —citó Marín—, entonces hay que hacerlo como sea, porque si no, se puede caer uno. A veces se enreda uno, pero ya vamos conociendo más el trabajo. Todo es coordinación. Mis compañeros dicen que antes, cuando él (Torres) estuvo acá, lo hacían, pero yo nunca lo había hecho. Para mí es nuevo y es bueno, porque uno aprende”.

Mientras, Allen Guevara dijo: “Solo a los de la zona defensiva los amarran y eso es para estar coordinados, no uno más largo que el otro. Cada trabajo tiene su función, todos tienen que estar a la misma distancia para que en el partido todo sea igual. El entrenamiento es fuerte, porque el que se queda, lo llevan arrastrado, entonces eso es lo bonito, porque tienen que estar en el mismo tono, para que no se vean mal parados".

Tras completarse el trabajo con el mecate, que es netamente para los defensas, Torres fue a hacer una dinámica similar con los mediocampistas, Alex López y Luis Garrido. Luego unió a los defensas y los volantes como bloque.

Mientras eso pasaba en ese lado de la cancha, en el otro, ensayaban jugadas de ataque.

Luego de acabar con la zaga y con algunos mediocampistas, el timonel llegó a la línea ofensiva, que ya tenía bastante rato de entrenar, pero que le faltaban los movimientos tácticos que él quiere.

El propio Torres fue a poner unos conos y con silbato en mano llamó a los primeros: Marco Ureña y Róger Rojas. Después fueron Jonathan Moya y Ariel Lassiter; Allen Guevara y Freddy Álvarez, Anthony López y Jurguens Montenegro.

“El profe hizo un trabajo muy interesante y fue muy provechoso. En semana corta también, esto es casi de todos los días. Hay que hacer muchos traslados y hay que estar bien en la parte física”, apuntó Guevara.

Parecía que con eso ya había acabado la práctica, pero no. Aún faltaba que esos movimientos tácticos ya no fueran en parejas, sino también entre delanteros y volantes ofensivos.

Al cumplirse casi las tres horas en cancha, ahí sí se dio la orden. La sesión terminó, luego de sincronización, resistencia y velocidad.

Para este miércoles vendrá otra práctica fuerte. Las cargas se bajarán entre jueves y viernes, porque la Liga recibirá el sábado a las 6 p. m. al Santos de Guápiles, en el inicio de la segunda vuelta.