El campeonato nacional de Primera División y el de la Liga de Ascenso quedaron suspendidos, luego de una reunión en Casa Presidencial entre dirigentes de la Fedefútbol y el Ministro de Salud, Daniel Salas.
A la reunión se presentaron el presidente de la Federación Costarricense de Fútbol, Rodolfo Villalobos, y el presidente de la Unafut, Julián Solano.
“No podemos seguir obviando los mensajes directos que, desde hace varios días, vienen dándonos jugadores, cuerpos técnicos de los equipos, así como los miembros del panel arbitral, por eso hoy nos dirigimos a Casa Presidencia para ser su voz ante el Gobierno y pedirles que oficialmente suspendan el fútbol”, dijo el presidente de la Fedefútbol, Rodolfo Villalobos, en un comunicado de prensa.
La Fedefutbol solicitó el amparo del Gobierno para tomar la decisión y en primera instancia se acordó una suspensión sin tiempo definido. Posteriormente, la Unafut envió un comunicado de prensa en el que detalla que el torneo entra en pausa a partir de este martes 17 de marzo hasta el lunes 13 de abril.
En esa fecha la Unafut y la Federación Costarricense de Fútbol se reunirán nuevamente para recibir instrucciones de parte del gobierno de si se mantiene o no la suspensión del campeonato. Si para esa fecha se da el aval el torneo regresaría el 19 de abril.
Esta decisión es totalmente opuesta a lo que expusieron Villalobos y Solano en la conferencia de prensa que se brindó el lunes, en la cual se anunció la continuidad del torneo con partidos a puerta cerrada, cumpliendo con el mandato de las autoridades de salud de no jugar con público.
Entonces, la potestad de frenar el campeonato quedaba en manos de los dirigentes del fútbol. No obstante, la idea de la Unafut era adelantar fechas del Clausura 2020 para no quedar con un calendario apretado de fechas en los próximos meses. Incluso se dieron a conocer los horarios de la siguiente jornada, que incluían el Cartaginés-Alajuelense para este miércoles y el Saprissa-Herediano para el jueves.
La Federación, sin embargo, acudió este martes a las instancias gubernamentales solicitando la suspensión del torneo.
“El ministro hizo un análisis integral de la situación, valorando el tema de las instalaciones, la cantidad de gente involucrada en cada partido y donde evidentemente se podía ver afectada, no solo la salud de los que estuvieran en el encuentro, sino también las familias de los actores”, aseguró Villalobos.
Ante el vaivén de decisiones, algunos dirigentes como el presidente liguista Fernando Ocampo, explican que había consenso en la necesidad de suspender el torneo, siempre y cuando se contara con la recomendación técnica gubernamental. Con ella los clubes esperan defender, por ejemplo, los contratos que tienen con patrocinadores, en caso de que alguno pretenda no hacerles frente a falta de exposición de sus marcas.
Del comunicado de prensa se desprende además que, tratándose de una suspensión por orden gubernamental, el fútbol tico recibiría algún tipo de ayuda para compensar el impacto económico que supone mantenerse por tiempo indefinido sin los ingresos por taquillas.
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