La Liga no se jugaba nada frente a Jicaral, pero terminó por perder a su entrenador para la semifinal. En el intermedio, Andrés Carevic caminó hasta la mitad de la cancha, se le acercó al central William Matus, soltó algunas palabras y el silbatero le enseño la cartulina roja.
Un partido sin mayor importancia le resta un elemento al León para la fase decisiva. Quizás la expulsión es un buen ejemplo de que el juego 'de trámite' nunca pareció serlo. La Liga optó por alinear a la mayoría de sus estelares después de 18 días sin fútbol.
Puede que Alajuelense no quisiera hilar tres partidos sin ganar previo a la fase final y acabó por derrotar 3 por 1 a Jicaral, con un amplio control y buen volumen en ataque.
También sirvió para hacer un pequeño experimento. Carevic enfrentó el último partido de la fase regular sin sus dos hombres más influyentes: Alex López y Ariel Lassiter.
Una buena prueba, cuando ha sido muy evidente que si aparece el catracho y se conecta con el 'velocista', la Liga desprende otro grado de profundidad. Aunque frente a Jicaral, el aparato ofensivo asumió la idea de hacer olvidar las bajas de los 'intocables'.
La Liga superó sustancialmente a los visitantes en el tránsito de la pelota, la presión y las aproximaciones a puerta, pero fue en la última jugada cuando perdió la claridad necesaria para romper el cerrojo visitante y liquidar el enfrentamiento.
La diferencia entre controlar, y penetrar con certeza es grande. Más cuando el rival se enfoca en cerrar los espacios.
Jonathan McDonald, algo perdido, desapareció en la inicial ante la ausencia de un socio, distinto a Marco Ureña, mucho más participativo e incisivo, con la velocidad para abrirse por los costados, o insistir con proyecciones por el centro.
Ciertamente, las ausencias fueron bien resueltas por un engranaje participativo, con Allen Guevara, Barlon Sequeira, Marco Ureña y el propio Bernal Alfaro, de buen ver.
En esta ocasión no participó Anthony López, quien durante todo el torneo fue el relevo natural del hondureño; Alfaro ganó protagonismo con el balón y lució bien la Liga, por muchos lapsos. Pero sin la solvencia para ser contundente y golpear con más dureza.
Fue Ureña quien abrió la cuenta apenas a los 6 minutos. De primera intención remató a puerta y perforó las redes; jugaba mucho mejor Alajuelense cuando el silbatero William Matus, señaló como falta un supuesto empujón de Henry Figueroa dentro del área, un penal dudoso.
Wálter Chévez emparejó el duelo desde el manchón blanco, al 32', y le permitió a Jicaral ganar confianza. Prevaleció el orden y el fútbol sin riesgos en el equipo de Jeaustin Campos, pero fue suficiente para complicar a la Liga durante el resto de la inicial.
La Liga apuró el paso en la complementaria en busca del gol que le permitiría jugar con más tranquilidad, ganar el duelo y cerrar la fase regular con un dato nada despreciable: anotó al menos un gol en las 22 jornadas del campeonato.
Bernal Alfaro, de tiro libre, mandó la pelota a las redes, al 51'. A priori, el León optó por retroceder algunos metros, ceder la iniciativa y aprovechar las transiciones rápidas como arma fundamental para golpear a Jicaral.
Jicaral hizo lo que pudo. Presionó a la Liga, sin exigir demasiado. El local, en cambio, fue más insistente y ganó profundidad con los ingresos de Jonathan Moya y Lassiter.
El joven, que venía saliendo de una lesión, apareció en el tiempo de reposición (92′), para cerrar un buen centro y anotar el tercero.