De un semestre a otro Saprissa perdió tres delanteros, convirtió a un volante en goleador, contrató a un brasileño de 33 años, a una promesa de 20, vio a partir a Bangladés a su hombre más influyente de ataque y por último repatrió a un viejo conocido, Jairo Arrieta.
Fue quizás el último movimiento el que tardó más en concretarse. Arrieta, de 35 años, le pidió la libertad a Herediano ante el supuesto deseo de jugar más minutos en el ocaso de su carrera.
Cuando parecía enrumbarse a San Carlos, Grecia o Santos, Jairo recibió la llamada de Evaristo Coronado, algo dubitativo de fichar a un centro delantero, cuando el espacio vacante estaba contemplado para contratar a un jugador similar al excapitán, Daniel Colindres.
El entrenador Vladimir Quesada le hizo ver al gerente deportivo que la llegada de Jairo se convertiría en un efecto dominó; Venegas, hasta la fecha el punta nato del equipo, podría jugar como mediapunta por izquierda y ocupar la posición de Colindres.
Ya Randy Chirino conocía el puesto del mundialista de Rusia 2018, al igual que Christian Bolaños; y aunque el joven fichaje Rándall Leal suele colocarse detrás del punta, con un estilo de juego más centralizado, también se desempeña por un costado si así lo exigen las circunstancias. Hay cuatro cartas en la baraja.
Con este cambio de piezas. Venegas jugaría más a menudo como mediocampista, lo que dejaría a Tassio Maia como el único delantero centro nato. Ante este escenario, Arrieta llegaría para hacer lo más le gusta: correr, molestar a los centrales y anotar (está a cinco goles del 100 en Primera División).
En menos de seis meses, Quesada se la ingenió para rearmar su rompecabezas ofensivo. Ariel Rodríguez se devolvió a Tailandia; David Ramírez tomó las maletas y se fue a Chipre y Jonathan Moya acabó por abandonar el club para vestirse de rojinegro. Por si fuera poco, Marvin Angulo se perdió el torneo por una lesión.
El tan criticado Venegas se bajó del avión mundialista para incorporarse a la S y cumplir la “profesía” de Óscar Ramírez (sí, podía ser un buen delantero). Quesada lo colocó en punta, en donde ya suma cinco anotaciones y un rendimiento de aceptable para arriba.
Posteriormente se incorporó Rándall Leal, quien regresó a Costa Rica después de una andadura en el Mechelen de Bélgica, que lo dejó libre y le abrió la puerta al club morado para contratarlo y verlo como un proyecto a mediano plazo.
Leal, figura en la eliminatoria Sub-20, fue llamado por Rónald González para la gira en Asia y se espera que muy pronto sea otra pieza influyente para los tibaseños. Es un juvenil desequilibrante y capaz de romper un librillo cerrado.
Nueva baraja. A la desbandada de atacantes del torneo anterior se sumó Colindres, tan determinante que el propio Quesada reconoce que “se debe tener paciencia” para suplirlo.
No espera que Venegas, Chirino o Leal lo reemplacen de un día para otro, pero sí que cumplan la premisa fundamental del mediapunta por izquierda.
“Queremos que enfrenten al rival, que busquen mucho el mano a mano en los últimos 25 metros, que eso lo hacía Colindres”, explicó Quesada.
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Al final, todo se acomodó para que regresara Arrieta. De vuelta en el Saprissa luego de una salida algo extraña de Herediano. El gerente florense, Jafet Soto, aseguró que se iba en buenos términos del club e incluso podía regresar en el futuro... con algunas restricciones por supuesto.
Dejó entrever Soto que si Arrieta se vestía de morado, la relación cambiaría, pues en primera instancia se pensó que llegaría a Santos o San Carlos.
Dice el futbolista guanacasteco que siempre manejó un discurso honesto con Herediano e insistió en que la opción de regresar al club morado se presentó justo después de que rescindió su contrato con los florenses. Afirma que no negoció con Coronado mientras se desempeñó como figura rojiamarilla.
“Le dije a Jafet (Soto) y al cuerpo técnico que lo que quería era competir y estoy capacitado para eso. Quiero dejar claro que quedé muy bien con él. Soy una persona honesta y agradecida con el equipo que me dio trabajo dos años”, recalcó Arrieta.
El futbolista puede generar algo de nostalgia en una generación completa de aficionados morados, que ya ven cómo otro de los jugadores de la era dorada de Jorge Vergara regresa a la institución. Arrieta ganó cinco campeonatos antes de partir del equipo. Dejó la S en el 2012 para enrumbarse a la MLS, en una travesía que se prolongó casi cinco años, después de jugar en Columbus Crew, DC United y New York Cosmos.
“Cuando volví al país siempre dije que mi primera opción era Saprissa. Por circunstancias no se dio. Ahora espero jugar más de un año acá", afirma.
Jairo Arrieta regresa al Saprissa: