Cuando Bryan Ruiz se marchó a Europa pesaba 72 kilos. Después de someterse a un trabajo de pesas más fuerte de lo que hacía y acostumbrarse a una dieta alta en proteínas, ganó casi 8 kilos de masa muscular.
Lo mismo le ocurrió al atacante John Jairo Ruiz, quien dejó la Primera División con 66 kilos y la última vez que que subió a la báscula, en Bélgica, se enteró de que ahora pesa 71 kilos.
Yeltsin Tejeda es uno de los ejemplos más recientes: con menos de medio año en el Viejo Continente, ya se ve diferente.
“En el Mundial de Brasil yo pesaba 69 kilos y ahora estoy en 72 kilos; lo que he subido es pura masa muscular y para una liga fuerte es bueno”, aseguró Yeltsin Tejeda, quien ya está acoplado al fútbol de Francia.
La ficha tica del Evian contó que con el tratamiento físico que le han dado en el equipo, se siente mejor en el juego.
“El fútbol de acá es de muchísima intensidad y con estos kilos de masa muscular que gané me siento más fuerte a la hora de arrancar en un pique o de saltar, además de chocar”.
La transformación que sufren los ticos en el balompié europeo también la podrían experimentar en casa.
“Cuando fui preparador físico de la Selección, había algunos técnicos a los que no les gustaba que sus jugadores hicieran pesas y cuando ellos se van al extranjero, allá los ven un poco escuálidos a nivel muscular y por esta deficiencia tienen que trabajar horas extra en el gimnasio”, relató Alejandro Villegas.
Para suplir esa necesidad de sacar músculo, algunos jugadores cumplen su rutina normal de prácticas y luego van al gimnasio por su propia cuenta bajo un programa especial.
“En Costa Rica deben cambiar varias cosas y una de las principales es que la enseñanza de la fuerza debe comenzar desde ligas menores y lo sé porque en la Primera División y en la Selección uno encuentra jugadores que tienen calidad, pero carecen de esa cualidad”, citó.
Villegas explicó que la potencia es un híbrido de fuerza por velocidad y eso se refleja en un fútbol explosivo e intenso.
“Se requiere la fuerza funcional para hacerle frente a la necesidad futbolística, ya sea de choque, remate, salto y para todo eso, el futbolista necesita una estructura muscular fuerte”, añadió.
El preparador físico Erick Sánchez cree que la diferencia está en los recursos económicos.
“Allá en Europa hacen que el jugador desayune y almuerce en el club, así se recupera mejor y se alimenta para que el músculo crezca. Incluso, unos dan suplementos nutricionales para ganar masa muscular, pero en realidad los métodos de entrenamiento no son los que hacen la diferencia”, manifestó Erick Sánchez.
John Jairo Ruiz acuerpó la posición de Sánchez en cuanto al sistema de alimentación.
“El club nos da las comidas, yo desayuno en el equipo y almuerzo en la casa. Se come mejor, pero también se entrena diferente, mucho más fuerte, aquí hay demasiada intensidad”, dijo Ruiz.