Algunos jugadores de Saprissa se enfocaron en destacar el contragolpe de Alajuelense como su principal virtud, pero el tercer gol manudo no tiene nada que ver con eso.
El tanto que empezó a inclinar la balanza en favor de los visitantes fue una muestra casi perfecta del fútbol que le gusta a Wálter Centeno.
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Paté debió soportar en su propia casa cómo la Liga le dio una cucharada de su propia medicina.
El toque-toque que algunos critican y otros glorifican también lo sabe hacer Alajuelense.
Es cierto que el club rojinegro gusta del contragolpe, pero aunado a eso sabe acariciar la redonda hasta encontrar los espacios.
Posesión, precisión y presión. El fútbol que le encanta a Paté lo ejecutó #ElEquipoDeSuGente pic.twitter.com/wDz3avFb5U
— TD Más (@tdmas_cr) October 7, 2019
En febrero anterior, el estratega morado indicó que la tenencia del balón la ha aprendido del fútbol internacional, de equipos como el Barcelona y Manchester City, que hacen entre 800 y 900 pases durante un juego.
Y aunque a la idea del técnico tibaseño ya se le permiten espacios para variar y no es tan rígido, está claro que su estilo predilecto es adueñarse de la pelota para llegar al gol.
Sin embargo, el domingo no pudo crear de esa forma, mientras su archirrival sí lo consiguió.
La noticia (que no es lo tanto) es que no solo Saprissa lo hace y Alajuelense lo dejó muy bien evidenciado en la Cueva, aunque en otros partidos también lo intenta.
En el primer tanto de Ariel Lassiter, en el minuto 60, hubo 21 pases y la acción culminó con un servicio al espacio.
Cuando el veloz delantero recibió la pelota, al menos dos jugadores morados se quedaron pidiendo la posición prohibida.
La jugada empezó en la mitad de la cancha, se acercaron al área rival pero debieron devolver el balón a su territorio, lo pasearon por las bandas y el centro hasta hallar una oportunidad.
Andrés Carevic incluso mencionó que es algo que ha venido practicando.
“Es eso, tratar de jugar bien, circular el balón, generar espacios... Es lo que se trabaja, pero el rival juega. A veces no podés hacerlo, pero siempre tratamos de proponer”, explicó.
Por su parte, Centeno asegura que le hizo ver a sus futbolistas los errores en ese tanto manudo.
“Ese tercer gol es todo lo contrario a lo que hacemos en nuestro estadio. Fue un gol de eso que pocas veces se ve. No tuvimos la intensidad requerida para hacer ese bloque. Si no somos intensos, nos pasan esas cosas”.