Desde inicios de año la institución josefina mostró su disconformidad con el formato del torneo, sobre todo por la forma en que se definía el descenso.

Su postura nació al considerar que el certamen presenta vicios, los cuales van contra “la justicia deportiva”.

Osael Maroto, presidente del equipo, asegura que prácticamente todos los presidentes de clubes (con excepción de uno) estuvieron de acuerdo en que el diseño del campeonato estaba mal.

Un día antes de la asamblea de la Unafut en la que se vería la posibilidad de pasar a 14 equipos -y así eliminar el descenso-, Maroto habló con los jerarcas de los equipos y, asegura, esa mayoría estaba de acuerdo en hacer modificaciones.

“Todos estaban de acuerdo que había un mal diseño y que había que hacer algo y que entre más pronto lo hiciésemos, más fácil lo íbamos a resolver, porque sabíamos que el que cayera ahí y perdiera la categoría, iba a apelar esto... Lo que pasa es que al final por diferentes razones políticas no se dio”.

“Hay un tema político detrás de esto, porque vea lo risible, en la misma asamblea en que se aprueba el torneo (el año pasado), se aprueba que los equipos vamos a bajar a diez, y eso está en el aire, porque hay que reformar los estatutos de la Federación. ¿Pero y por qué lo otro, que también se decidió en la misma asamblea, no se puede cambiar? Para mí es un tema político”.

Aunque el pasado 23 de abril se decidió jugar el siguiente campeonato con 12 equipos, Julián Solano, presidente de la Unión de Clubes, recordó que el proyecto de reducir esa cantidad a diez continúa en pie, “pero es la Federación Costarricense de Fútbol la que debe decir si se avala o no lo aprobado desde el año pasado”.

Esa reducción nació a partir de una propuesta hecha por Rodolfo Villalobos (presidente de la Fedefútbol) y Juan Carlos Rojas (presidente de Saprissa).

Maroto evitó profundizar en el tema político, y aseguró que tampoco sabe las intenciones de quienes se oponen al plan de sumar 14 equipos, pero sí se extraña por el cambio de parecer hacia esa posibilidad.

“En una sesión de trabajo previo a la asamblea, se hace una votación, había diez equipos presentes, siete dijeron sí a los 14 equipos y tres que no; dos días después, ya no pasó, entonces sí creo que es tema político, ¿por qué no se dio? no lo sé, pero sí hay temas políticos en esto”, recalcó.

El siguiente torneo se disputará con 12 conjuntos. Pero más allá de la cantidad, Maroto insiste en la necesidad de revisar y corregir los errores cometidos en los anteriores.

Considera que la Unafut falla desde el momento en que permitió el formato del certamen.

“Claramente es un mal diseño, y me extraña mucho de la Unafut porque aunque los presidentes lo aprobamos, la Unafut tiene años de experiencia en esto, y el presidente que tenemos en la Unafut tiene años de estar en esa silla y me parece que ellos tuvieron que haber previsto que esto podía pasar. Creo que los presidentes que estábamos sentados ahí en ese momento no vimos todos los posibles escenarios, pero ellos sí sabían”.

El mal diseño, según sus palabras, empezó desde el momento en que decidieron cuáles equipos iban para el grupo A o el grupo B, en el Apertura 2020.

“Hicieron emparejamientos a dedo. Si fuese que lo hubiesen hecho por la cantidad de puntos hechos el torneo anterior, bueno, todavía... pero fueron emparejamientos de la Liga para la derecha, Saprissa para la izquierda, Cartago para la derecha, Heredia para la izquierda, San Carlos para un lado, el otro para el otro...”

Sporting continuará con su apoyo a Limón FC, el cual apelará el torneo. Maroto aseguró que los abogados del club josefino preparan “documentos” que presentarán ante la Fedefútbol.

¿Por qué 14 equipos?

El fútbol mundial va encaminado hacia la expansión, claro ejemplo de ello es la intención de la FIFA de hacer el Mundial de 2026 con 48 selecciones.

Sus detractores aseguran que de esa forma el nivel de competencia baja, mientras sus simpatizantes lo ven como una posibilidad de llevar el fútbol a más poblaciones.

Maroto es partidiario de esa última ideología para aplicarla en el país.

“Creo que hay que hacer la huella del fútbol más grande (...). A mí me llama la atención cuando dicen, ‘es que tiene que tener estadio y afición’. ¿Qué es tener afición? Las aficiones fuertes son cuatro, tal vez, las demás van creciendo, entonces no podés medirlo por si tiene o no tiene afición, porque entonces tendríamos muy pocos equipos”.

Esto, añade, genera más trabajo, y abre la posibilidades a tener prospectos en diferentes zonas del país.

“También es dar más oportunidades a muchachos de obtener una mejor calidad de vida”.

Se toma con tranquilidad los señalamientos contra su equipo por ser nuevo y no tener afición.

“A los equipos relativamente nuevos les cuesta, sin entrar en nombres, pero esto no le pasa solo a Sporting, le pasa a más del 50%. Creo que se debe medir más en infraestructura, estadio con camerinos, canchas adecuadas, iluminación, para medir si realmente tenés condiciones para competir en primera división”.

Eso sí, reconoce que el reto para Sporting será arraigarse en la localidad de Pavas, que sea visto como el equipo de la comunidad.

“Vamos poco a poco y el tiempo lo irá diciendo, pero vamos a trabajar fuerte para meternos en esa comunidad, que claramente pues ya hoy día tenían un equipo, cuál será, tal vez esté entre los equipos grandes, y eso no es fácil de cambiar, los resultados se irán dando”, finalizó.