Saprissa y Alajuelense estarían igualados en 32 títulos si campeonizara el equipo con más puntos

El fútbol de Costa Rica se ha caracterizado por no premiar la regularidad y a muchos clubes se les ha ido de las manos el campeonato pese a que, en un momento determinado, fueron los equipos con más puntos en un certamen.

Desde 1921 se han entregado 109 trofeos de campeón nacional y pese a que todos los ganaron dentro de la cancha de buena manera, en muchas ocasiones no triunfó el equipo más estable a lo largo del torneo.

Para este ejercicio, se eliminó los enfrentamientos uno a uno de cada torneo, llámese cuartos de final, semifinales y final. Únicamente, se tomó en cuenta las fases regulares y los torneos que tuvieran hexagonales, pentagonales y cuadrangulares.

Bajo esta premisa, Saprissa y Alajuelense tendrían la misma cantidad de títulos desde 1921, con 32 para cada uno, pero la evolución de los cetros habría sido muy diferente a lo que ha pasado en la historia de nuestro fútbol.

Los rojinegros debieron llegar a su anhelado título 30 en el torneo de Invierno 2012, cuando efectivamente alzaron la copa ante el Herediano. Mientras que los morados lo hubieran celebrado en el Invierno 2016, dos años más tarde de cuando lo lograron y cuatro años después que su archirrival.

“Yo soy partidario de los torneos largos y sin segundas fases. Yo creo que el modelo que tienen los campeonatos europeos es el más justo, es el que premia al equipo que ha tenido más regularidad. Lo ideal es un torneo con dos vueltas en las que el ganador sea el que haga más puntos”, explicó Gerardo Coto, estadígrafo nacional.

Para Coto, la teoría que asegura pocas emociones en los torneos largos pierde fuerza con el último campeonato, donde San Carlos consiguió la punta del torneo en los últimos minutos de la fecha de cierre.

“Nuestro campeonato es algo peculiar a nivel mundial. Cada tres años se cambia el formato del certamen de nuestro país, es algo inadmisible para un fútbol profesional”, comentó Cristian Sandoval, también experto en números.

Un ejemplo de este tipo de ‘injusticias’ que se han dado en nuestro balompié es el torneo de la temporada 1997-98, el cual terminó con un épico triunfo del Saprissa en el Morera Soto con nueve hombres en cancha.

En esa ocasión, Alajuelense fue el amplio dominador, tanto en el Apertura como en el Clausura, en la tabla los manudos culminaron con 78 puntos entre los dos torneos y los morados apenas acumularon 63 unidades, pero el cetro se quedó en Tibás.

“Habría muchísimos cambios si tomáramos como base nada más el campeonato en su primera etapa, dos o cuatro vueltas”, resaltó Gerardo Coto.

Otros equipos que verían afectados sus números son el Cartaginés y el Herediano, quienes también han sido victimas de esta situación a lo largo de la historia.

Los florenses caerían a 25 títulos, perdiendo dos de los que tienen hoy en día al sumar 27 y los brumosos habrían llegado a seis cetros en su historia, siendo la última vez en 1977 y no en 1940.

Tendríamos situaciones curiosas como la de Pérez Zeledón que debería tener dos campeonatos, pero no el del Apertura 2017, pues no fue el más regular, empero si lo hizo Invierno 2009 cuando campeonizó Brujas y en el recordado Verano 2012 que se lo dejó el Herediano.

En el fútbol como en la vida el hubiera no existe, cuando se utiliza esa palabra solo se insinúa una suposición, pero estos números reflejan que algunos grandes equipos se quedaron con las manos vacías por formatos que no premian la regularidad.