Saprissa lo advirtió varias veces y aun así se metió en el problema que quería evitar: permitió tres goles en contra siendo local ante Comunicaciones, y aunque ganó 4-3, su clasificación se vislumbra muchísimo más complicada de lo imaginado.
Los tantos de los cremas en la Cueva son el gran pecado del equipo costarricense, debido al criterio de desempate que aplica en la Liga Concacaf, que en caso de un empate global, el gol visitante termina pesando.
Saprissa pasa con cualquier empate sin importar la cantidad de goles o si gana por cualquier marcador. Mientras que Comunicaciones se deja el boleto ganando por un gol de diferencia, siempre que sea un 1-0, 2-1 o 3-2. El 4 a 3 en Guatemala obliga al alargue y un resultado de 5 a 4 pone a la S en la siguiente ronda.
Esos pronósticos tan cerrados aparecieron porque los morados se complicaron la vida desde muy temprano y siempre debieron remar contra corriente. Su fortaleza fue la capacidad para reaccionar ante los constantes golpes recibidos. Un 3-3 era la peor noticia, pero lograron inclinar la balanza ligeramente.
Hasta el minuto 83 los cremas estaban haciendo un buen negocio, producto de su ambición en la Cueva, donde llegaron sin ningún complejo, a jugar de tú a tú y posiblemente fue esa ambición la que les terminó pasando factura.
Si de emociones se trata, nadie se puede quejar. De lo que sí se pueden quejar la afición tibaseña es de las imperdonables desatenciones en la zaga, pérdidas de balón y desconcentraciones que incluso en el último suspiro del partido pudo decretar un 4-4.
“No está nada escrito, ya lo vimos con Alajuelense, tenemos que reflejarnos en ellos”, dijo Daniel Colindres un día antes de enfrentar al Comunicaciones. Sin embargo, ese antecedente reciente parece haber pasado sin mayor enseñanza.
Desde el minuto 6 el conjunto visitante se fue al frente con tanto de Óscar Santis, quien se convertiría en el verdugo de la noche, con un triplete, y el dolor de cabeza constante para Luis José Hernández, quien volvió a ser el lateral izquierdo de Saprissa con más errores que aciertos.
El mismo delantero amplió la ventaja en el 27′, con un contragolpe letal tras pérdida de balón de Ricardo Blanco. Mientras eso sucedía, Saprissa nunca renunció al ataque, fue insistente y llegó con peligro.
Otro de sus yerros fue ser ineficiente en la puntería. Sí, pese a anotar cuatro goles, pudo haber hecho muchos más si sus jugadores hubieran tenido más dirección al arco, como en el minuto 10, cuando Jimmy Marín fue incapaz de cerrar una buena jugada colectiva.
Poco antes del final de la primera mitad, el club local logró nivelar el marcador, gracias a las anotaciones de Orlando Sinclair (38′) y un golazo de zurda de Mariano Torres (45+2). No por casualidad son los morados con más tantos.
Parecía que el descanso sería el último impulso de los tibaseños, pero Comunicaciones, aunque bajó un poco el ritmo, no renunció nunca a la victoria.
Con la misma fórmula: velocidad y mucha sapiencia, volvieron a anotar. Y otra vez, también Santis le ganó el duelo a Hernández para el 2-3.
Y así como los morados fallaron en defensa, respondieron arriba, con un remate de David Guzmán tan solo dos minutos después del gol crema (3-3).
Con más corazón y un rival desgastado que no supo cerrar líneas, David Ramírez halló el 4-3 definitivo.
El Saprissa-Comunicaciones recordó por qué tiene historia en el fútbol centroamericano.