Previo a la jornada 22, Saprissa se autoproclamaba un equipo con mayor confianza, gracias a tres partidos sin perder y con el boleto a semifinales prácticamente sellado.
Ratificó su presencia en la fiesta grande del fútbol nacional, pero irónicamente, esa clasificación la consiguió dando pasos hacia atrás.
Los morados vivieron de la (pequeña) renta y los deslices de otros, sin que eso evite la reaparición de los fantasmas que los han acompañado durante este certamen.
El conjunto de Tibás cayó 2-0 ante San Carlos, pasando del tercer al cuarto puesto de la tabla y, por ende, deberá enfrentarse contra el que nadie quería enfrente: el líder Alajuelense.
Porque por más del discurso trillado de “hay que ganarle a todos para ser campeón”, como lo recordó Aarón Cruz, recientemente la Liga ha sido una pesadilla para Saprissa.
“Nos tocó la Liga y hay que mostrar por qué somos jugadores de Saprissa y demostrar la casta de campeón que tenemos los jugadores de Saprissa. La Liga es un gran rival, los respetamos pero si queremos ser campeón le debemos pasar por encima”, dijo el arquero, quien le atajó dos penales a Álvaro Saborío, siendo lo más destacado de su equipo.
Solo el camerino morado sabrá cómo está hoy esa confianza resaltada durante la semana. Lo cierto es lo que todos pudieron ver: su juego en el Carlos Ugalde dejó más dudas que respuestas para la fase final del certamen.
También quedó clara la urgencia de los saprissistas por tener ya a Mariano Torres, Marvin Angulo y el mismo Christian Bolaños. Uno u otro, pero sin alguno de esos “cerebros” se quedaron sin ideas.
Torres sigue recuperándose de una lesión y aunque Angulo ya retornó a las prácticas de forma normal, no fue suficiente para reaparecer. Bolaños, por su parte, no viajó a la zona norte porque apenas este miércoles culminó su periodo de aislamiento por covid-19.
Muestra de la necesidad en estos jugadores es que en el duelo ante los norteños no hay nada para reseñar sobre la ofensiva tibaseña.
Orlando Sinclair, elegido para ser el ‘9′, tocó poco el balón, precisamente porque en general su equipo apenas se asomó en algunas ocasiones del primer tiempo. Tras el descanso fue un fantasma.
El medio campo quedó huérfano, y aunque la misión de crear primero se le impuso a Michael Barrantes, el volante salió de cambio apenas en la primer parte, para darle espacio a Luis José Hernández.
Esa extraña variante trajo más problemas, porque en definitiva el club no tenía ningún hombre para tener la pelota, la cual vio ir y venir en pies de los sancarleños.
El marcador en contra no era gran problema para estar en semifinales, pero la victoria de Herediano ante Limón terminó por quitarle el tercer puesto.
Saprissa volvió a sus peores pesadillas, esas en las que era misión imposible hacer un gol.
“Hoy fue un partido difícil, queríamos los tres puntos, nos costó el partido pero independientemente de eso estamos en semis y ahora es recuperar, porque ahora nos jugamos la vida en dos partidos y es fundamental el primero”, acotó Cruz.