Saprissa destituye a Evaristo Coronado, nombra a Víctor Cordero y respalda al Paté Centeno

En medio de una crisis de resultados, el cuadro morado decidió respaldar al técnico y cambiar al gerente deportivo

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Wálter Paté Centeno salió bien librado de ese juicio en el que él se autodeclaraba culpable, mientras la afición debatía en redes sociales sobre su continuidad y Michael Barrantes aparecía cual testigo defensor. Fue sobre Evaristo Coronado que cayó el peso de las decisiones moradas.

La labor del gerente morado llegó a su final, dos años, un mes y 16 días después de su arribo, en una decisión que le pasa la brasa a Víctor Cordero como nuevo encargado de la administración deportiva del club.

Coronado, quien permanecerá en el club como parte de la Comisión Técnica, deja la gerencia con un título y dos subtítulos en cuatro torneos disputados durante su gestión, sin contar el presente campeonato.

“Saprissa agradece el profesionalismo, entrega y dedicación del Caballero del Fútbol, en el cumplimiento de sus deberes (...) en los cuales cumplió con la conformación de un equipo competitivo para alcanzar el cetro del Clausura 2018 (...)”, señala el cuadro morado en un comunicado de prensa, en el que de inmediato destaca las virtudes de Víctor Cordero, como futbolista, ídolo, con formación académica, incluyendo una licenciatura en administración con énfasis en gerencia y mercadeo, además de su labor la lado de Carlos Watson y Vladimir Quesada en la conquista de los títulos 32, 33 y 34.

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Momento crítico. Aunque no faltaron cuestionamientos en pasados campeonatos —con festejos de Herediano y San Carlos en los últimos dos—, el presente bache de resultados es el que más críticas ha desatado. El debate externo, sin embargo, parecía dirigido hacia el técnico y algunos jugadores más que al gerente deportivo.

Saprissa tenía nueve años de no perder tres juegos seguidos en una fase regular. El dato —del estadígrafo Christian Sandoval— ilustra un momento que difícilmente pasaría sin consecuencias, con las caídas ante Guadalupe (2-1), Alajuelense (2-5) y Herediano (4-0).

“No se toman decisiones al calor de un resultado”, había dicho la semana anterior Evaristo Coronado, ante consulta de La Nación, en torno al Saprissa y las secuelas de la sonada derrota 5-3 ante Alajuelense. Se refería a una posible salida de Wálter Centeno, la cual, efectivamente, no se dio, ni con la posterior goleada por 4-0 frente a Herediano.

En la entrevista, el exgoleador del Saprissa, consideró un tanto engañoso el marcador en el clásico (“No era para tanto”) y mostró su fe intacta en las posibilidades de ganar el torneo (“Si pensaba que sí hace una semana, no voy a dejar de pensar lo mismo”). Reconocía, no obstante, algunas debilidades que van más allá de un juego, la ausencia de un guardameta consolidado en el arco morado y la inestabilidad en los resultados.

Sobre ese Saprissa capaz de golear a cualquiera o de salir goleado, Coronado salió en defensa de un Wálter Centeno en crecimiento. “Yo he observado cambios en Wálter”, aseguró, como si siquiera quitarle la etiqueta de técnico que prefiere perder antes que cambiar.

Panorama inesperado. Con cuatro partidos al hilo sin ganar, el cuadro morado aún está en zona de clasificación y con la posibilidad de ser sublíder si gana su juego pendiente ante Jicaral. De momento, aparece en el cuarto puesto, con un punto menos que Herediano y San Carlos. La diferencia con el líder Alajuelense, en tanto, es de 15 unidades.

Nadie, y mucho menos Saprissa, esperaba tanta distancia entre el cuadro morado y la punta del torneo, mucho menos después del subcampeonato logrado por el Paté Centeno en junio, con apenas tres meses y medio al mando, un trabajo apuntalado con fichajes a gusto del estratega para el actual campeonato.

Incluso, Evaristo Coronado llegó a admitir que un delantero de área y goleador, como lo fue él en sus tiempos de jugador, no tendría mucha cavida en la oncena de Centeno. Sin embargo, y muy a pesar de las distintas maneras de ver el fútbol, todo indica que en el Saprissa prevaleció el respeto a los deseos del Paté Centeno, no sin alguna diferencia de criterio de por medio.

El gerente deportivo, encargado de involucrarse en el armado del equipo, conciliar los requerimientos del técnico con las posibilidades y necesidades del club, sin duda no compartía todas las solicitudes del timonel.