Saprissa cobró su revancha ante Belén y lo hizo con un desahogo de goles, en uno de los partidos más cómodos que ha tenido la joven era de Rónald González.
Más que los tres puntos, ese 0-3 le permitió a los morados culminar una jornada que se acomodó a sus intereses y, de paso, cobrarse una añeja deuda que tenía con los belemitas, el rival que le ganó los dos duelos del Invierno y sacó un punto de Tibás unas fechas atrás.
Ganar así, y ante uno de los equipos más incómodos que ha tenido la S en su historia reciente, significa mucho para un conjunto que ha sudado cada punto, y que fecha a fecha paga con críticas el precio que conlleva el proceso.
Por cuarto juego consecutivo, González envió a la cancha a la misma titular; un once que hasta el momento ganó 10 de 12 puntos disputados, pero que sigue sin enamorar a una afición ya algo resfriada.
Y aunque el holgado triunfo de ayer no da para lanzar las campanas al aire, sí hay que reconocerle a los morados el haber logrado sacar ventaja y marcar diferencia en una cancha incómoda.
Con un Manfred Russell entonado y un Luis Diego Cordero que empieza a dar muestras de lo que el ritmo saca en los jugadores, Saprissa superó en todas las líneas a un Belén, que no fue ni la sombra de aquel ordenado conjunto que apenas el miércoles le sacó los colores al campeón nacional.
Explicaciones hay varias: desde tener a un rival que supo anularlos metro a metro, hasta la necesidad que los obliga a jugar en una cancha ajena que, claramente, antepone lo económico a lo deportivo.
Por eso no extraña el resultado, por eso y porque ni el penal que le detuvieron a José Carlos Cancela al 16’ golpeó las ganas que llevó la S al deteriorado Coyella Fonseca; un equipo que no aflojó en la tarea de buscar el gol, sino hasta la expulsión de Yeltsin Tejeda al 65’.
El primer tanto llegó en las piernas de Cordero, quien aprovechó un inmejorable pase de Russell al corazón del área, para firmar su segundo gol de la semana al 43’.
Al 53’, Cristhian Lagos cayó derribado en el área y le dio otro penal a la S; y aunque Cancela tomó el balón, la afición se encargó de que esta vez el intento fuera para el goleador del Invierno, quien como siempre exhaló confianza en el manchón blanco para el 0-2.
Y para el 64’, Alexánder Robinson redondeó la tarde con el 0-3, el gol que puso cifras de goleada y que le dio un desahogo de goles a una S que ahora sí sueña con levantar.