Con la presión extra de dos torneos sin campeonizar, Saprissa hizo una limpia poco común y de la misma forma ha sido su estilo al fichar.
Los morados solamente han contratado futbolistas del campeonato nacional y sus ojos se centraron en apenas dos equipos: Carmelita y Grecia.
Del primero llegaron José Rodolfo Alfaro y Yael López y del segundo Esteban Rodríguez, Jean Carlo Agüero y Byron Bonilla.
Esto dista de la manera en que lo había hecho anteriormente. Lo usual era fijarse en el exterior, traer una que otra figura de peso o llevarse jugadores de diferentes equipos.
Sin duda sus fichajes no han sido el típico golpe en la mesa que muchas veces dan los equipos grandes.
El enfoque morado ha estado en dos puntos: jóvenes promesas y futbolistas conocidos, al menos para el técnico Wálter Centeno.
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“Trataremos de guiar a los muchachos nuevos, de hacerlos ver que estar en Saprissa es exigencia máxima, siempre se piensa en campeonato. Si alguno de ellos no ha pasado por equipo grande, tiene que saber eso", comentó el futbolista Alexander Robinson este lunes, día en que la S empezó la pretemporada con exámenes médicos.
Si se compara con la ventana anterior de contrataciones, el “impacto”, al menos en nombres, es mucho menor.
Llegó el goleador del fútbol hondureño, Rubilio Castillo. Su nombre pesó y lo que sucedió después es cuento de otra historia.
A él se le unió el regreso de un viejo conocido, el trinitario Aubrey David y también desde afuera, aunque tico, llegó John Jairo Ruiz. A ellos se le sumaron los carmelos Suhander Zúñiga y Jonathan Martínez.
Todos esos fichajes se gestaron sin la aprobación del Paté, pues él asumió después de iniciado el certamen, por lo que esta es su primera oportunidad de contratar de acuerdo a sus indicaciones.
En cantidad, las incorporaciones han sido muy similares. Para el Apertura 2018 se unieron siete jugadores, dos de ellos extranjeros.
Alejandro Cabral fue la apuesta en defensa y Tassio Maia en la parte ofensiva.
Repatriaron al joven Rándall Leal, regresó Jairo Arrieta y de menor calibre aparecieron Juan Gabriel Guzmán, Alejandro Gómez y Ricardo Blanco, este último con notoria regularidad.
De hecho, hoy es uno de los experimentados en el plantel. Blanco reconoce la línea que tomó el Saprissa, de fijarse en promesas.
"Ojalá que uno les pueda ayudar, lo primordial es que aporten para lograr los objetivos del equipo”, opinó.
Pero si de fichajes llamativos se trata, previo al Clausura 2018 Saprissa fue muchísimo más agresivo.
No solo volvió Christian Bolaños, sino que además se adelantó con la negociación para dejarse a Johan Venegas, en su momento también pretendido por la Liga.
A ellos se sumaron Ariel Rodríguez, Luis José Hernández, Robinson y Michael Barrantes.
Los últimos tres procedentes de Grecia, pero Hernández era pieza morada y los otros dos con pasado tibaseño.
La diferencia en el mercado actual es que los griegos que llegan al plantel son de menos nombre, pero evidentemente su arribo es una clara muestra de la confianza del Paté en ellos.
Si se analizan fichajes más “añejos”, permanece la tónica. Al menos un jugador de afuera, ya sea tico o extranjero o uno de peso.
En el Verano 2017 apareció Álvaro Saborío, aunque el desenlace no fue ni cercano a lo esperado, y también se echó mano del brasileño Anderson Leite.
O, por ejemplo, en el Apertura 2017, cuando se trajo a Jerry Bengtson.
La historia cambió. Saprissa se deshizo de los futbolistas que, a su criterio, no le servían y sus esfuerzos se centraron en otro estilo.
Hasta el momento está en el aire si recurrirá a otra arma, y mucho de eso también pesa en la salida o no de Rubilio Castillo.
Se intentó conocer la versión del gerente deportivo, Evaristo Coronado, pero el departamento de prensa informó que hablará en conferencia de prensa, cuando se presente de manera oficial a las nuevas contrataciones.
Durante esta semana los morados continuarán con diferentes pruebas médicas.