La presión aumenta en un equipo grande cuando lleva varios años sin saborear la miel de un título. Los campeonatos y la ideología ganadora construyen las bases de un club grande, pero cuando se pasa por rachas todo se puede convertir en una olla de presión.
El técnico Rónald González sabe lo que es eso: hizo campeón al Saprissa y logró la estrella 30 luego de cuatro años de sequía y también alcanzó el título 25 para el Comunicaciones de Guatemala luego de cinco años de no ganar nada.
El técnico conversó con La Nación sobre cómo manejar este tipo de escenarios.
¿Cómo manejó la presión en el Saprissa para ganar el título 30 luego de cuatro años de que el equipo no ganaba?
Primero voy a remontarme un año antes a lo que había pasado con mi carrera. Mientras que Saprissa pasaba ese momento, yo venía de ganar el campeonato en Guatemala con el Comunicaciones. Cuando Saprissa me llama para tomar esa responsabilidad, nosotros sentíamos que estábamos preparados y que conocíamos ese plantel. Cuando asumí el reto conocía el grupo y el ambiente por mis años de jugador.
"No fue fácil, fue difícil, conseguimos el título hasta en el tercer torneo, pasamos un año en el prueba y error con dos eliminaciones en muerte súbita por ventaja deportiva".
“La presión se manejó por la dirigencia, siempre se lo he reconocido, hubo tolerancia, paciencia y credibilidad en el proceso. Reventamos en el tercer semestre, se contrataron algunos jugadores y se consolidó el trabajo del año que habíamos pasado. Ese torneo no había duda en ser campeones, estábamos invictos, perdimos un partido en todo el torneo, se consiguió el título, pero fue gracias al respaldo”.
¿Qué encontró en el camerino en esa oportunidad?
Encontré un camerino joven con poca gente de experiencia. Conocía a alguna gente por haber estado en los mundiales menores de Egipto 2009 y Colombia 2011. Eso fue una gran ventaja porque los conocía bien. Teníamos gente de experiencia.
"El golpe que dimos fue en los refuerzos. Trajimos a Adolfo Machado, se consolidaron Kendall Waston y Daniel Colindres, pues a los dos los habíamos enviado a préstamo. Llegaron Hansell Arauz, Carlos Saucedo y contratamos a Luis Michel. En ese momento se tuvo buen tino con las contrataciones.
¿Cómo pudo mantenerse luego de pasar un año sin ganar títulos, que en ese momento era lo que más le urgía a Saprissa?
El respaldo que uno tiene de la dirigencia es parte del trabajo, la directiva vio que nosotros trabajábamos bien, que nos faltaban pequeños detalles. Éramos eliminados por ventaja deportiva en esas series. Por esa tolerancia y paciencia sabíamos que estábamos cerca del objetivo.
¿Cómo superó los momentos difíciles para poder luego levantar el título?
Recuerdo una noche que perdimos como locales y me gritaron al unísono el ¡Fuera Rónald! En ese mismo torneo quedamos campeones.
"Me acuerdo que se celebró con una invasión en la cancha, se trataba de la 30, todo eso se dio dentro de un ambiente que habíamos pasado un año y cuatro meses de un proceso de adaptación. Nosotros en todo el medio, especialmente nuestra cultura futbolista, queremos que todos los resultados se den inmediatamente. Eso solo pasa de vez en cuando. Siempre debe haber un proceso metodológico de entrenamiento y que ya los jugadores jueguen sin miedo, sin nervios y que se enfoquen a lo que ha trabajado.
"Para que usted se ilustre, me pasó con la Selección Nacional de interino, cuatro partidos y cuatro perdidas de visitante, en los últimos dos ir a Suramérica a ganar, eso por qué, porque había una base de idea, de criterios, de filosofía, ya hasta el sexto partido lo agarramos y entendimos. Eso lo agarro como ejemplo para decir que en nuestro medio resultadísta, no se trata de cambiar entrenadores cada seis u ocho partidos, hay que tener paciencia y tolerancia, hasta el día que deje ser entrenador, voy a agradecer ese tiempo porque ellos me dieron el espacio para ser campeones, ya con el título ya los objetivos cambiaron".
¿Se tiene más presión porque el título 30 es un número con mucho significado?
Es más difícil la obtención de un título cuando hay mucho tiempo de no ganar. Por ejemplo: cuando yo llegué a Guatemala, Comunicaciones tenía cinco años sin un título, ya el Municipal lo había alcanzado en títulos, nosotros en el segundo semestre, luego de ocho torneos cortos, ganamos el 25 que fue un número significativo, ya luego fueron hexacampeones, no es el número de títulos, es el tiempo que pasa en no conseguirlos.
"Herediano duró 19 años sin ganar, luego vinieron todas seguidas, luego de eso han ganado en seis oportunidades, no es el número que usted le ponga, un número no le va a causar nada, es el tiempo que se dure en conseguirse, eso creo que a los clubes tradicionales les afecta, que es dar ese paso para conseguir un número equis y eso lo que hace es presionar el ambiente, jugadores y eso es lo que obliga muchas veces a cambiar o a tomar medidas de dirigencias".
¿Cuatro años es mucho sin un título para un equipo como Saprissa?
Para Saprissa, para Comunicaciones, en este momento para Alajuelense, para los equipos tradicionales es un peso importante, también hay nerviosismo de su afición, cuando se acostumbra a ganar títulos, hay esas rachas de ese tiempo y eso se va acumulando y hay momentos donde se pierde la perspectiva y no les importa si ganan con jóvenes, viejos, lo que quieren es ganar y ese nerviosismo y premura hace que se den malas decisiones y que los equipos entren en rachas.
"Nosotros en le 2015 tuvimos rachas de lesionados, con comunicaciones tuvimos como 18 lesionados y vuelvo a lo que decía anteriormente, uno tiene que hacer sentir a todos importantes. Al final luego todos se montan en la carroza".
¿Es necesario tener una buena mezcla de juventud y experiencia o es más factible alcanzar el título con jugadores maduros?
El equipo que quedó campeón era un cuadro de experiencia, era Kendall Waston, Gabriel Badilla, Michael Umaña, Adolfo Machado, Heiner Mora, David Guzmán, Yeltsin Tejeda, Manfred Russell, Hansell Arauz, Daniel Colindres, Carlos Saucedo, Ariel Rodríguez. Era una combinación de experiencia y juventud.
“Puede tener un equipo de grandes jóvenes o con muchos experiencia y no ganar nada, debe haber un balance y una idea, debe haber una química importante como es un campeonato, ahora se puede ser campeón en cuatro meses, esa química y esa sinergia con el cuerpo técnico y jugadores, que uno juega un miércoles y otros un domingo, ahí está sin ninguna duda el éxito de un equipo en este tipo de torneos”.