“Insistir, persistir, resistir y nunca desistir”. Esta es una de las frases que se pueden leer en el perfil de Instagram de Róger Rojas, quien regresó a Costa Rica para dejar atrás una mala experiencia en Colombia. Aunque no ha vivido la temporada que esperaba con Cartaginés, ya rompió un récord y de paso cumplió el pedido de sus dos hijos.
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Rojas llegó a seis goles con los brumosos y con esto se convirtió en el hondureño con más festejos en el fútbol costarricense, con 44. Con el tanto ante Grecia, el viernes anterior, dejó atrás a un histórico como Nicolás Suazo, quien consiguió 43. El tercero en esta lista es Jerry Palacios, ariete que logró 26 con Alajuelense.
Sin duda alguna, Roro tenía este gran objetivo en su cabeza, aunque por encima de eso estaba darle una alegría a sus hijos, quienes suelen pedirle antes de cada juego que abombe las redes. Róger Francisco, de cinco años, es quien más entiende y se apasiona con el fútbol, pero Sarah, quien aún no llega al año, también disfruta de ver a su papá celebrando.
“Fue una anotación muy especial, porque llegué a 44 en la liga de Costa Rica y ahora soy el máximo goleador hondureño en el campeonato tico. Le acabo de pasar a un gran jugador, como fue Nicolás Suazo, así que me siento muy feliz y muy orgulloso por este récord que es personal. Me pone muy contento por mi familia, mi esposa que me ha apoyado y mis hijos, que cada vez que salgo de la casa siempre me piden goles. Mis hijos siempre me dicen que si voy a meter goles y este viernes llegué feliz a la casa, porque les cumplí”, señaló el ariete.
Róger logró 38 dianas en su paso por la Liga y en su regreso al país logró los seis que le faltaban para poner su nombre en la historia del balompié costarricense.
El catracho no ha tenido la mejor temporada con el conjunto de la Vieja Metropoli, ya que al inicio le costó recuperar la forma, luego de un largo periodo de inactividad con el Deportes Tolina en el 2020.
Así mismo, con los blanquiazules sufrió una lesión que lo sacó dos jornadas y una expulsión rigurosa, en la fecha 16 ante Saprissa, que le hizo perderse tres compromisos.
Más allá de esto, es el mejor anotador de su equipo, con seis dardos en 16 choques. El promedio del atacante es de un tanto cada 203 minutos (poco más de dos partidos).
“Es un honor para mí y me da mucho orgullo pasarle a un jugador que marcó mucha historia en Costa Rica. Es un récord que me puse desde que llegué a Costa Rica y gracias a Dios que ya lo pude sobrepasar”, añadió.
Más allá de que Cartaginés tiene un panorama muy complejo para clasificar, el delantero no pierde la fe y afirma que lucharán hasta el último segundo. Los centenarios necesitan imponerse en su visita a Jicaral y en el escenario menos complejo, que Herediano no le gane a Limón.
“El profesor nos pidió que trabajáramos, que lucháramos y que la clasificación se podía dar si ganábamos los dos partidos que nos quedaban. Al final, que pase lo que tenga que ocurrir y al menos nosotros vamos a luchar hasta el cierre. Ojalá se nos dé el milagro de avanzar a las semifinales... Estamos en la pelea y en el fútbol puede pasar cualquier cosa”, finalizó el hondureño.