Con inodoros viejos, la antigua grama sintética tirada en una de las graderías, huecos en el techo, problemas en el cableado eléctrico y un sinnúmero de fallas. Así fue como Horizonte Morado recibió el estadio Ricardo Saprissa hace cinco años, pues la Cueva era un basurero.
La administración de Jorge Vergara le heredó a Juan Carlos Rojas, presidente de la S, y demás miembros de la Junta Directiva, la titánica tarea de remozar un estadio que parecía un cuchitril.
Un equipo de La Nación visitó la casa de los morados para constatar el cambio.
Cinco años más tarde y con una inversión mayor a los $5 millones (¢2.710 millones), cambió la cara del hogar del Monstruo.
La tarea no fue fácil. Rojas explicó cómo fue el proceso de reactivar la inversión en un estadio que estaba en el olvido y con grietas en su estructura.
Aduce que mucha de esa inversión no se ve por ser en temas estructurales internos, pero que la evidencia está en los cambios en el parqueo, iluminación, cancha natural, zona mixta, sala de prensa, camerinos, baños y al quitar las mallas altas que estorbaban la visibilidad de los aficionados.
"Es el estadio más icónico de Centroamérica. Nosotros no íbamos a permitir que estuviera en esas condiciones. Incluso, del 2012 al 2015 se invirtió más en el estadio que en los 15 años pasados completos; el cambio fue total. Hay detalles que faltan, pero hacia eso vamos", analizó Rojas en una extensa entrevista con este diario.
De esta forma, fue que La Cueva volvió a tener vida no solo como estandarte de títulos, sino en cuanto a infraestructura.
Comparación
El estado de las butacas en los distintos sectores de La Cueva cambió radicalmente. No solo están pintadas, sino que se cambiaron en su totalidad.
Salas de transmisión
Las salas de transmisión de televisión y radio, así como el área de prensa, se remozaron en su totalidad. Este cambio se dio simultáneo a las mejoras que se debían efectuar de cara al Mundial Femenino Sub-17 en Costa Rica.
Hace cinco años se encontraban restos de basura cerca del sector norte. Ahora está completamente limpio.
Restos de Gramilla:
En la parte de abajo de sombra oeste había restos de antiguas canchas sintéticas que había tenido la Cueva; hoy es muy distinto.
Techos:
En las zonas donde había huecos en los techos, la administración decidió cambiar por completo la estructura con el objetivo de mejorarla y para garantizar la seguridad, según confirmó Juan Carlos Rojas, presidente de Saprissa.
Entrada al parqueo:
La entrada al parqueo por sombra oeste tenía basura y restos de algunas canchas sintéticas. Todo eso se eliminó.
Mallas:
La nueva administración quitó las mallas para que los seguidores pudieran observar mejor los compromisos que disputa Saprissa en la Cueva.
Otros cambios:
Iluminación:
La iluminación varió. Antes tenían torres en cada esquina del estadio, ahora están en los techos de sombra este y oeste.
La entrada a la Cueva, tanto al camerino de visita como a la cancha y sala de prensa tuvo un giro.