Cartago.- Rándall Brenes encierra una de esas historias de amor por los colores que ya se ve poco en el fútbol, pero que aún existe.
En Costa Rica, el Chiqui solo jugó con Cartaginés y 14 años después de su debut con los brumosos, este viernes anunció que el amistoso del próximo 8 de julio contra Rosario Central, en el Fello Meza, será su partido de despedida.
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Poner punto final a su carrera como futbolista no fue fácil, pero lo alienta saber que de alguna manera seguirá vinculado al club de la Vieja Metrópoli.
Si por él fuera, el delantero hubiese continuado, pero la decisión de no jugar más se debe a que Paulo César Wanchope no lo tiene en sus planes.
Ante una pregunta de La Nación, el futbolista reconoció que al terminar el torneo anterior, los periodistas le consultaron constantemente si continuaba o no y que él decía que sí, sin sospechar lo que pasaría con la llegada del nuevo entrenador.
"Yo tenía seis meses más de contrato y sí voy a ser muy claro, no era una decisión que yo quería tomar en este momento, porque quería ver en estos seis meses cómo me sentía, cómo me iba sintiendo en la parte futbolística y ver de qué forma podía ayudar al club", relató el goleador.
Y agregó: "Antes de empezar la pretemporada se me comunica que no estoy dentro de los planes del cuerpo técnico, razón por la cual es uno de los factores y circunstancias que hacen que yo en este momento me haga a un lado".
Para él, fue un balde de agua fría, porque siempre lo dio todo por los brumosos.
“Yo no esperaba un comunicado de estos, pero uno tiene que estar preparado. Uno va valorando las etapas y los ciclos y en diciembre iba a sentarme con la Junta Directiva como siempre lo he hecho con transparencia y claridad y que tomáramos una decisión”.
Al saber que con Wanchope no tendría minutos, ese retiro se adelantó seis meses.
“Me tomó por sorpresa”, recalcó el hombre que antes de vestir otro uniforme en el fútbol tico, optó por retirarse.
“Quiero agradecerle abiertamente a las personas de otros equipos que también me llamaron en este tiempo, por ese interés, porque eso es valorar mi trabajo de años. En mi mente no estaba jugar en Costa Rica con otro equipo, no podría, no puedo hacerle eso a mi familia, a mis hijos y a mí mismo, ni a la gran afición que siempre estuvo atrás de mí”.
Como futbolista, lo único que le resta es su juego de despedida contra los rosarinos en la Copa Cementos Fortaleza, pero asumirá otras funciones en Cartaginés.
El Chiqui será el nuevo coordinador de ligas menores y en la parte administrativa apoyará al club en algunas facetas de mercadeo por su imagen y el cariño que le tiene la afición.
¿Qué pasó? El presidente de Cartaginés, Luis Fernando Vargas, no quiso profundizar en qué fue lo que pasó para que Wanchope descartara a Brenes de su nómina y dijo que esas razones deportivas las dará el entrenador.
"En su momento se comunicó, se informó, tuvimos varias reuniones en las que se dijo que no calzaba en los planes del nuevo cuerpo técnico y de ahí en adelante empezamos a ahondar liderados por Adrián Jiménez en las conversaciones con Rándall para buscar las mejores alternativas, él es un icono de la institución, para mí es el último ídolo realmente del fútbol de Costa Rica con el que uno se puede identificar", citó el jerarca.
Dijo que la decisión se tomó de forma conjunta y que el jugador siempre escuchó con apertura y sapiencia a la dirigencia en este momento complicado, porque para Chiqui no fue nada fácil saber que no jugará más.
Por su parte, Brenes indicó que físicamente está bien, pues nunca dejó de entrenar en este pretemporada.
"He estado realizando los trabajos igual que todos los compañeros hasta el día de hoy. Tenía el ánimo, la disposición, las ganas de levantarme día a día y venir a entrenar. Son situaciones, momentos en los que hay que tomar decisiones y tienen que privar los valores, la honestidad, el trabajo y eso no puede quedar de lado", subrayó el Chiqui.
De puño y letra del Chiqui
Cartago, 29 de junio del 2018.
Hoy, 29 de junio, para muchos un día normal, para mí y para los míos, es un día que termina la etapa más linda que he vivido hasta el momento.
Llegué siendo un niño, un niño de 13 años en aquel entonces. Hoy, 21 años después pongo punto final a este sueño.
Podría compartirles tantos momentos hermosos, tantas alegrías, algunas tristezas, pero no me alcanzaría esta carta.
Quiero agradecer a Dios primeramente, por guiarme en todo este tiempo, a mi madre, a mi esposa, a mis hijos, porque sin su apoyo no lo hubiera logrado.
A todos con los que compartí, entrenadores, utileros, doctores, fisiterapeutas, jugadores, administradores y directivos. Gracias, porque de todos he aprendido mucho.
A mis colegas de otros equipos, gracias por el mutuo respeto que nos tuvimos y si en algún momento ofendí a alguno, nunca fue con el objeto de dañar a nadie.
Fue por el amor y la pasión de defender la camisa y los colores de mi amado equipo.
A los equipos que en algún momento pensaron en mí para contratarme, gracias, porque para mí fue un reconocimiento a mi trabajo.
Y por último, pero no menos importante, a la gran afición blanquiazul, a la más fiel, a la que nunca me dejó de apoyar. A la que siempre estuvo conmigo en las buenas y en las no tan buenas, con la que grité gol muchas veces, con la que lloré de tristeza. Gracias una y mil veces por todo ese cariño que siempre recibo de todos ustedes.
Saben que el cariño es recíproco.
Club Sport Cartaginés, gracias por permitirme nacer, crecer y terminar este sueño contigo, un amor que durará toda la vida.
¡Gracias!